martes, 2 de agosto de 2016

SUIZA

 Suiza es un país diferente y el único de Europa en que se practica la democracia directa, porque sus ciudadanos pueden organizar su gobierno y hacer su Constitución. La Constitución de 1848, actualmente en vigor, ha sido objeto de revisiones en 83 oportunidades, en la mayoría de los casos, por iniciativa popular Si la teoría política dice que la soberanía reside en el pueblo y que éste, mediante elecciones, la delega en sus representantes que resultan de las elecciones, los suizos sostienen que el pueblo no puede delegar su soberanía; que el pueblo que la delega ya no es soberano.

Por esta razón, aunque los parlamentarios aprueban una ley con la que no están de acuerdo los ciudadanos de a pie, éstos, reuniendo el consentimiento de un cierto número de vecinos con derecho a voto, pueden exigir que esta ley sea sometida al voto del pueblo. Suiza ha creado el referéndum que, al principio era potestativo; luego, lo han perfeccionado hasta llegar al referéndum obligatorio.  Son muchas las ocasiones en las que mediante este sistema, el pueblo ha anulado leyes que habían sido aprobadas por la Asamblea. También, desde 1890, han impuesto la representación proporcional para que las minorías puedan estar representadas en la Asamblea.

Pero, no todo fue tan sencillo. Hubo un tiempo de guerras civiles: los radicales querían expulsar a los jesuitas, pero los católicos, que eran mayoría en la Dieta, se negaban. Guerrearon entre ellos y luego de tres semanas de conflagración, los radicales se impusieron por las armas en los cantones más importantes y cumplieron su propósito. También, tuvieron otros años bastante conflictivos, que los suizos llaman el período de regeneración, al que se puso término cuando aprobaron la Constitución del año 1848.

Recuperados del Imperio francés los cantones de Ginebra, Nauchâtel y Valais, en 1815, Suiza cuenta en la actualidad con 22 cantones, que constituyen la Dieta Federal. Los triunfadores radicales transformaron la Federación de Estados soberanos de 1815 y con la Constitución de 1848, aprobada por el pueblo, el país se convirtió en un Estado Federal. La neutralidad de Suiza fue reconocida a nivel internacional con la firma de la Convención de Viena en 1815 y establece que Berna no participará de conflictos, a la vez que tampoco se podrían llevar adelante conflictos en su territorio.

Los suizos, en el siglo XX, han logrado que el país sea internacionalmente considerado por su importancia industrial. Son expertos en la fabricación de relojes, cámaras fotográficas e instrumentos o maquinarias que requieran ser fabricados con una gran precisión, han desarrollado una importante industria de productos farmacéuticos y en los sectores alimentarios son famosos sus quesos y sucedáneos de gran consumo, como el café o el azúcar.

Por otra parte, los suizos han sido los primeros en hacer del turismo una fuente muy considerable en la producción de divisas, especialmente, con los deportes de invierno. Pero, por sobre todo, Suiza, es admirada por la estabilidad de su singular sistema político, no tienen ejército, pero sí un sistema de defensa ciudadana.

No obstante, los suizos han logrado mantenerse neutrales en las dos grandes guerras mundiales de este siglo.

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