INTRODUCCIÓN
Este tema se centra monográficamente en el análisis de la arquitectura griega. Una primera parte aborda las cuestiones relativas a las fuentes de información, los materiales y las técnicas de construcción empleadas en la Grecia antigua. La importancia de concedemos a estos asuntos es notable, dado que su testimonio nos llega fundamentalmente por vía arqueológica y se trata de aspectos que ilustran el contexto tecnológico en que se inscribe la construcción de edificios. Un capítulo se dedica a los espacios de culto, evolución constructiva de los edificios religiosos desde una perspectiva propiamente arquitectónica, para valorar después, ya con un enfoque arqueológico. Un último conjunto de contenidos se centra en el estudio de la arquitectura que tiene como escenario los núcleos urbanos se inicia con el análisis de la, construcciones defensivas. Seguidamente, se comentan los prototipos de edificaciones civiles, para concluir con el estudio de la arquitectura doméstica, que cierra el apartado de las construcciones que tienen por escenario la polis.
FUENTES DEL CONOCIMIENTO
La arquitectura, junto a la escultura, constituye una de las ramas de la creación griega valorada desde fechas más antiguas. La principal fuente de información para su conocimiento son los propios edificios, que aportan datos sobre los materiales y la técnica, sobre la adaptación de su concepto planimétrico a su función y sobre los conceptos ideológicos que se subyacen en su forma. Son datos, imprescindible para valorar el carácter de la sociedad de los produce.
Es evidente que los edificios conservados son la fuente esencial para el conocimiento de la arquitectura griega, pero también los documentos escritos relatan la forma y las condiciones en las que se erigieron, así como algunos nombres de arquitectos y de personas que encargaron su construcción.
Los autores latinos que nos aportan mayor información son Pausanias y Plutarco, ambos del siglo II d.C., Aunque las descripciones que realizan sobre estos edificios deben tomarse con la debida cautela debido a la distancia temporal existente entre el destructor y la fecha de construcción de ciertas edificaciones.
Aunque Plinio el viejo no conocía personalmente Grecia, su obra Naturalis Historia contiene una gran cantidad de información sobre cuestiones técnicas y desde este el punto de vista, no podemos dejar de mencionar la obra De Architectura de Vitrubio, escrita en los años 30 a.C., ya que tenía en su poder tratados griegos sobre arquitectura hoy perdidos. El hecho de que su obra haya sido la única superviviente de esta temática explica quizás la importancia desmedida que se le ha dado.
Además de las fuentes escritas literarias, es imprescindible citar las fuentes epigráficas relativas a la construcción, como son los contratos, las cuentas y las dedicatorias. Para realizar una construcción en una ciudad griega, el Consejo y la Asamblea Ciudadana preparaba un decreto y se elegía una comisión entre los miembros del Consejo encargada del seguimiento de los trabajos y de la gestión financiera.
Los arquitectos presentaban los distintos proyectos ante la asamblea y el seleccionado debía redactar el cuaderno de obras. Un heraldo exponía estos documentos en el ágora y en las regiones del entorno. Toda esta documentación se consignaba en papiros y era conservada en los archivos, solamente una parte se grababa piedra y era expuesta en un lugar visible para el conocimiento de los ciudadanos.
Las cuentas de construcción son la categoría más importante y se disponían en estelas alrededor de los edificios.
Las dedicatorias realizadas sobre un monumento son corrientes a partir del siglo IV a.C., en ellas se exponía el nombre del personaje que encargaba su edificación -generalmente una comunidad ciudadana-, el tipo de monumento y otros datos relacionados con la construcción.
Otra categoría de documentos procede de Egipto, son los papiros y los ostraca de época griega que, proporciona testimonios sobre la construcción. Los papiros transmiten información sobre el hábitat doméstico y la decoración. Los ostraca, son una fuente documental y prescindible para el conocimiento de los trabajos en las canteras (Mons Claudianus).
MATERIALES Y TÉCNICAS DE CONSTRUCCIÓN
Materiales
Desde el comienzo de su arquitectura, los griegos utilizaron el adobe, económico y muy fácil de fabricar, y la madera, ya que el país disponían de buenos recursos y que se usaba esencialmente para las techumbres de los edificios. Pero la reputación de la arquitectura griega deriva de la excepcional maestría en el trabajo de la piedra y sobre todo de los mármoles, ya que las canteras son muy numerosas tanto la Grecia continental, como en la insular y también en Asia Menor. El trabajo de la piedra es herencia de los egipcios y de los hititas y ya se constata en la Creta minoica y desde Grecia se traslada a Roma.
El transporte de la piedra por vía terrestre era muy costoso, por lo que la prohibición uso de las canteras cercanas a las construcciones. La clasificación de las canteras de mármoles realizadas por Hellmann es la siguiente:
- Canteras explotadas únicamente para la construcción de un edificio concreto.
- Canteras explotadas durante un corto período de tiempo para el mercado interior.
- Canteras explotadas durante siglos y cuyos mármoles han sido objeto de exportación a lo largo del Mediterráneo.
Las canteras pueden ser propiedad de una ciudad o de un santuario y podía afectarse a los demoi para su gestión. Los obreros, esclavos o prisioneros, que trabajaban en la canteras estaban dirigidos por un jefe entre los obreros existían algunos especialistas que transmitía sus técnicas de generación en generación. El personal vivía en pequeños pueblos próximo a las canteras.
La explotación podía realizarse a cielo abierto, o a través de galerías subterráneas. Las técnicas
de expresión se basa en el principio de frente detalla:
- los bloques cuadrados o rectangulares se delimitan mediante zanjas por tres lados y en el restante se marcan los encajes de las cuñas que, una vez acopladas, provocaron la ruptura del bloque
- Para tallar en escalones, desde arriba o desde abajo prevalece el sistema de cavidades preparatorias alineadas.
- Finalmente, los monolitos o los tambores de las columnas detallan en vertical, cavando alrededor una galería circular en la que se sitúa el cantero.
Tras la extracción de los bloques, algunas piezas se trasladaban a una plataforma en la misma cantera donde se realizaba una somera talla de los sillares, hecho que permitiría disminuir el peso del transporte. Desde la cantera se acarreaban hasta la obra por procedimientos diversos. Si la cantera estaba cercana al mar se deslizaba los bloques por una pendiente con la ayuda de un cabrestante hasta la orilla, donde se disponía una plataforma en la que se situaban orificios para disponer los instrumentos necesarios para el levantamiento de las carga de piedras. Cuando las canteras estaban en el interior las maniobras eran mucho más complicadas. Si estaban en un monte descendía por calzadas empedradas por las que se deslizaba la piedra sobre trineos de madera, cuyo descenso se controlaba mediante cables atados estacas clavadas en los bordes de la calzada (figura tres). Si la pendiente no era pronunciada por el terreno era plano bloques pétreos se transportaban en carros de cuatro ruedas tirado por bueyes.
Las herramientas utilizadas eran: el pico de dos puntas y el pico-martillo, la maza, las puntas y punzones, los cinceles y la sierra. Las cuñas podían ser de metal, pero también se usaban las de madera para piedras plantas, que se unifican para dilatarlas y provocar la ruptura.
La construcción
La articulación de los bloques pétreos.
Cuando el bloque de piedra, previamente labrado en la cantera, llegaba a la obra, se realiza una primera talla en la que se preparaban los lechos y, para las piedras de aparejo, la cara que se unirá al últimob loque ya asentado en el muro; para este fin la parte central se pica y se deja una banda alrededor cuidadosamente pulimentada, denominada "marco de anathyrosis" (figura 4). El resto de lascaras de la piedra se finaliza una vez puesta en el muro para poder mantener el plano.
Para desplazar e izar los bloques mediante poleas existían distintos métodos. El más sencillo es rodearlos de cuerdas, intercalando tacos de madera para proteger las aristas; también se constatan protuberancias en las cargas verticales que servían para atar las cuerdas y ranuras por las que pasaban las sogas (figura 5).
Otros procedimientos, más complejos, implican la utilización de pinzas o tenazas para las que era necesario realizar profundas muescas en los sillares que permitían alojar los brazos de las tenazas; también podría utilizarse clavijas en forma de L o trapezoidal es que se insertaban los orificios realizados para su encaje (figura 6).
Para reconocer el orden en el que debían situarse los distintos elementos arquitectónicos, se pintaron como grabados sobre ellos diversos tipos de marcas, generalmente las letras del alfabeto simplemente una serie de líneas verticales sucesivas. Los griegos no hicieron uso de la trabazón de argamasa, por lo que las uniones la hacían a hueso, procurando una superficie de asiento casi perfectas en la horizontal, mientras que en la vertical coincidían sólo los bordes de los sillares (anathyrosis)ya que la parte central estaba rehundida. Además de la yuxtaposición en seco y para asegurar la unión entre los bloques, se disponían grapas que se encajaban en muescas con la misma forma; podían tener distintos perfiles y se realizaban en madera o plomo que se fundía en un molde y una vez dispuestas se martillaba. Los tipos más comunes son las que presentan perfil en forma de cola de milano, doble T o forma de Π (Figura 7).
Cimentaciones y aparejos
Cimentaciones y aparejos murarios
Los griegos realizaron dos tipos de cimentaciones para las construcciones monumentales:
- Las cimentaciones continuas bajo las partes sustentante, como muros y columnas.
- Las discontinuas, más económicas, que solamente presenta un pilar bajo cada una de las columnas.
En la arquitectura doméstica únicamente se disponían una o dos hileras de piedra con una zapata de cimentación de piedras salientes.
Desde la edad del bronce se utilizaron en Grecia los muros realizados con adobe sobre un zócalo de piedra y revestido con mortero. Este tipo de muros se utilizaban sobre todo para la arquitectura doméstica y para las murallas, al menos, hasta época helenística. Los muros de compartimentación interior de las casas se fabricaron con tierra apisonada en un encofrado de madera. Las cubiertas se realizaban mediante dos estratos de vigas dispuestas perpendicularmente sobre las que se añade un revestimiento de arcilla y un manto vegetal que, en los edificios públicos, puede sustituirse por una cubierta de tejas cerámicas.
Anathyrosis. Vaciado de las partes centrales de las caras laterales de los sillares, que deja un marco estrecho y liso que permite obtener una unión perfecta entre sillares.
Existen cuatro tipos de aparejos pétreos: mampostería, aparejo poligonal o lésbico, trapezoidal y rectangular isódomo o pseuisódomo
- Los muros de mampostería de piedras y seculares son muy habituales se denomina aparejo ciclópeo cuando las piedras son de gran tamaño.
- Los muros poligonales son una versión más cuidada del aparejo de piedras irregulares. A menudo se realizaba partiendo las piedras para obtener dos con superficies planas y después tallar las he logrado para buscarla con los bloques vecinos (figura 8).
- En el aparejo trapezoidal los lados superior e inferior de las piedras son horizontales y los laterales oblicuos (figura 9).
- El aparejo rectangular isódomo es característico de los mejores edificios clásicos y se caracteriza porque todas las piedras son iguales, en tanto que el pseuisódomo presenta tamaños diferentes de las distintas hiladas (figura 10).
Ya sea el muro pétreo o de adobes, sobre las cimentaciones se disponía una primera hilada saliente, sobre la que se sitúan bloques verticales denominados ortostatos y sobre ellos se levanta el muro.
Techos, arcos y bóvedas
Aunque la innovación de época griega son los arcos y bóvedas realizados con dovelas, continúan elevándose en los arcos diedros, formados por dos grandes losas inclinadas en ángulo con forma de V invertida, y también los realizados por aproximación de hiladas que caracterizan la arquitectura micénicas, sobre todo en los tholoi.
El descubrimiento de los arcos y bóvedas de dovelas ha sido objeto de una intensa controversia, si bien el hallazgo y estudio de las grandes tumbas macedónicas ha permitido clarificar sus orígenes. La tumba más antigua hallada en la zona griega con este tipo de cubierta es la de Eurídice (340 a.C.), en la que las dovelas están unidas con grapas en forma de π. El arco de dovelas también se utiliza para las puertas de la muralla, si bien su uso se hace habitual a partir del siglo III.
Los tejados más frecuentes en Grecia, sólo que presentan una doble vertiente, también existen los tejados planos, con una ligera inclinación y los tejados de tres o cuatro vertientes.
Para cubrir edificios de planta cuadrada los tejados presentan forma de pabellón o forma piramidal escalonada, como demuestra el Mausoleo de Halicarnaso, que es el primer edificio griego con este tipo de cubierta.
Las cubiertas estaban realizadas con tejas, y su adopción debe relacionarse con la resistencia a los incendios y con el deseo de proteger la parte de madera de los edificios. Las tejas planas constituían la cubierta y las uniones entre ellas se cubrían con tejas curvas que garantizaban la impermeabilidad. En los aleros las tejas curvas están rematadas por una antefija pintada o condecoración en relieve y
en las planas existe un canalón como orificios, a veces rematados por elementos figurados, que permiten el desagüe. Sobre el frontón, a las tejas planas se les añade un reborde con perfil curvo que se denomina sima, según Vitrubio, que generalmente está decorado; esta sima carece de perforaciones y las aguas discurren hacia los extremos del alero. En el caballete las tejas se adaptan a la forma y presenta ángulo recto. También están realizadas en terracota las acróteras, elementos ornamentales situados en los tres extremos del frontón.
Estos tejados eran muy pesados y requería un soporte de estructura sólida realizado en madera y que estaba constituido por vigas horizontales que van de un muro aguilón al otro y que reciben los cabrios y, finalmente, los listones o viguetas dispuestos a lo largo de la pendiente del alero; sobre estas viguetas podría añadirse un cañizo y finalmente un estrato de arcilla y paja sobre el que asientan las tejas.
Según la forma de las tejas y su disposición en el tejado, se han identificado diversos sistemas:
- Protocorintio, aparece lo largo del siglo séptimo en la zona de Corinto. A lo largo de los faldones despejado las tejas están compuesta por una parte plana y otra curva; sin embargo en la zona del alero las tejas planas presenta una ligera curvatura en la cara superior y las tejas curvas transforma su sección en triangular en la zona más cercana al borde (figura 11).
- Transmisión de Corinto aparece un nuevo tipo de tejados que será pronto adoptado en otras zonas de Grecia y que se denomina sistema corintio. La teja inferiores plana con rebordes laterales y la superior presenta afección pentagonal en el exterior y triangular en el interior (figura 12.2). En la zona del alero, el borde de las tejas planas está adornado con un motivo decorativo en forma de trenza y las curvas están cerradas por una placa decorada en rojo y negro; este elemento, denominado antefija, se hace progresivamente más grande y la decoración consiste en una palmeta y una flor de loto invertida. Sobre el frontón, a las tejas planas se les añade un reborde con perfil curvo denominado sima (figura 13).
- El sistema laconio, evolución del sistema protocorintio. El nombre deriva de su presencia en la región de Esparta. Las tejas inferiores y también las superiores adopta una forma curva (figura 12. 1) y las antefijas, de forma semicircular, están decoradas en ocasiones con un gorgoneión
- El sistema denominado mixto o híbrido aparece en Asia Menor hacia mediados del siglo sexto. Las tejas planas presentan favores, como el sistema corintio, las tejas superioresson de sección semicircular como el sistema laconio.
Las tejas, antefija y acróteras se realizaban a molde. Algunas tejas presentan sellos cuyos contenidos son muy variados: además de las fechas, se encuentran iniciales que indiquen "del pueblo", "de la ciudad", "del rey" y también otras que revelan que son propiedad de un santuario; pueden señalarse también el nombre del edificio que estaban destinadas o el de la divinidad; sin embargo es extraño encontrar el nombre del fabricante, el contratista o el arquitecto.
Además de estrategia de terracota, existían las realizadas en mármol para ciertos edificios ya que su costo era cinco veces superior y su peso comportaba problemas técnicos. Su origen se da en las islas Cícladas y posteriormente se difunde por la Grecia continental y también por la Magna Grecia.
LOS ÓRDENES GRIEGOS
Un "orden arquitectónico" puede definirse como un sistema constructivo organizado que permite destacar las fuerzas arquitectónicas en juego dando una solución arquitectónica y ornamental a este contexto estructural. A medida que se va produciendo la diferenciación del edificio religioso se irán desarrollando estilos regionales, dos de los cuales se convierten durante los siglos VI y V a.C. en órdenes canónicos con reglas más o menos precisas. Vitrubio establece unas reglas, a partir de las cuales la investigación moderna de recreó la imagen de una sucesión en el tiempo de un orden dórico al que siguió después el orden jónico, los dos estilos mayores de la arquitectura religiosa griega. Parece claro que solamente pueden diferenciarse dos órdenes griegos, el dórico y el jónico, ya que el corintio es únicamente una variante, al menos hasta el siglo I a.C., momento en el que sobre el capital se dispone una cornisa que le permite constituirse en un auténtico orden que será el preferido por los romanos.
El orden dórico
Fue organizado en la Grecia continental y en las colonias occidentales a partir de la segunda mitad del siglo VII a.C. el dórico canónico se caracteriza por su rigor y por una cierta rigidez de sus líneas geométricas que recuerda el paso progresivo de una arquitectura madera a una arquitectura en piedra.
La columna retórica carecía de basa, por lo que apoyaba directamente sobre el estilóbato, o escalón superior del crepidomos. El fuste, que solía componerse de varios tambores, tenía forma ahusada y su superficie presenta acanaladuras verticales de perfil cóncavo. El ahusamiento del fuste implica una disminución del grosor de abajo hacia arriba. El engrosamiento central se denomina "éntasis". El capitel dórico se encuentra casi siempre tallado en un solo bloque que incluye una pequeña parte superior del fuste y está formado por un elemento curvo "equino"sobre el que se sitúa un bloque rectangular "ábaco"
Sobre el capitel se disponía el entablamento, compuesto por el arquitrabe o epistilión, el friso y la cornisa. El arquitrabe suele ser liso, presentando, a lo sumo, una fina moldura en la zona
superior "tenía" bajo la cual, y a intervalos regulares se disponían listeles "regulae" de los que perdían seis protuberancias de forma cilíndrica denominadas gotas.
El friso muestra en su cara delantera una división alternante de espacios con estrías verticales "triglifos" y espacios lisos más anchos "metopas", lisos o con decoración pintada o esculpida. Normalmente a cada columna le corresponde triglifo y otro a cada intercolumnio, siendo de rigor también colocar uno en cada esquina.
Sobre el friso se encuentra la cornisa, formada por una serie de bloques saledizos a la manera de una especie de alero continuo que protegía la fachada del agua de lluvia. La cornisa consistía en una moldura rematada por un elemento plano. Sobre cada triglifo y me toca se disponía una losa "mutulus" de la que dependían también hileras de gotas.
La cubierta se resolvía con doble vertiente, sobre un eje central y vigas a lo largo. El espacio triangular que se generaba en los frentes "pedimento" se cerraba con un tabique "tímpano" sobre cuya base solían ponerse en grupos escultóricos fijados con clavijas. La parte externa de la cubierta contaba con tejas planas de terracota o mármol. La evacuación del agua de lluvia se realizaba a través de gárgolas.
Finalmente, los tres ángulos del pedimento solían rematar en acróteras esculpidas o en forma de disco.
Orden Dórico |
Los órdenes jónico y corintio
Sus orígenes se localizan en las islas y en las costas jonias de Asia Menor, que experimentan entre fines del siglo VII y el primer cuarto del VI a.C. un destacado florecimiento cultural causado por una situación comercial de gran prosperidad, con influencias de las civilizaciones anatolias y orientales.
Además de por las proporciones, el orden jónico se diferencia del dórico por la forma de las columnas. El fuste jónico posee una basa moldurada sobre el estilóbato y las estrías que lo surcan o rematan en arista viva sino que están suavizadas mediante una banda lisa y estrecha.
El modelo clásico de capitel, a diferencia del jónico, muestra puntos de vista frontales bilaterales bastante diferentes y está pensado para ser visto desde delante o desde detrás. En su parte superior posee una moldura plana semejante al equino dórico, que suele decorarse con ovas y dardos. Sobre ella se desarrolla un cuerpo de volutas enrolladas en espiral a cada lado del fuste. El origen de las volutas podría encontrarse en formas de la naturaleza, asociada con motivos vegetales. El ábaco suele ser de planta cuadrada y, a menudo, está decorado el arquitrabe suele estar constituido por tres bandas "fasciae", cada una de las cuales sobresale un poco más que la inferior. Sobre la fascia superior puede aparecer una banda decorada o una moldura que da paso al friso continuo, liso o esculpido.
Vitrubio considera el orden corintio como una variante del jónico, ya que no llegó a reunir los elementos necesarios para articular un orden arquitectónico independiente. De este modo, empleó el fuste el entablamento del orden jónico. El capitel corintio, está formado por un núcleo central cilíndrico envuelto por dos coronas superpuestas de ocho hojas de acanto cada una . Entre las hojas de la corona superior asoman tallas que salen de sus vainas (caulículos),en las que surgen volutas como si nacieran de aquellas. Entre las volutas se alza un tallo que remata en una flor, que se encuentra ya en el ábaco. Este modelo se hará popular en la arquitectura helenística romana.
Órdenes jónico y corintio |
LA ARQUITECTURA RELIGIOSA Y EL ANÁLISIS ARQUEOLÓGICO DEL ESPACIO DE CULTO: TEMPLOS Y SANTUARIOS
La naturaleza de los lugares de culto y la arqueología de los santuarios griegos.
El papel del santuario como el lugar privilegiado donde la divinidad se encuentra con el hombre. Ello explica que ya fueran de carácter rural o urbano, los santuarios griegos se localizan en lugares dotados de unas condiciones naturales "especiales". Otras veces pudieron desarrollarse en lugares de especial significación, como campo de batalla, antiguas tumbas, etcétera.
A la hora de esbozar cómo evoluciona el paisaje de culto en la Grecia antigua, debemos partir de un primer acondicionamiento, consistente en la realización de un altar o una fosa para la celebración de los sacrificios ante la imagen de culto, que podía estar a la intemperie o cobijada por un baldaquino. Más tarde, se realizará el templo para convertirse en la morada de la imagen de la divinidad.
El espacio sagrado –téménos-se encuentra diferenciado del espacio profano mediante un peribolo o delimitación perimetral que puede tomar la forma de un muro de piedra o de adobe o mediante cipos. Otro elemento social a la demarcación o a la señalización del espacio sacro son los périrrhantéria, que pueden tener forma de grandes concursos de piedra emplazados en las entradas al santuario. En época arcaica solían ser sostenidos por divinidades femeninas con leones y más adelante se convertirán en grandes cubetas realizadas en mármol y adornadas con molduras, que contenía el agua ritual. No será hasta mediados del siglo sexto a.C. cuando no llegue la primera noticia de la separación neta entre el mundo de los dioses y el de los mortales. Noticia transmitida por el Herodoto y Tucídides cuando se refieren a la purificación de Delos por Pisístrato hacia el 540 -130 a.C. cabe concluir de estos datos que los santuarios en su forma definitiva, como espacios consagrados a los dioses y rigurosamente delimitados del espacio profano, tienen su arranque en época arcaica.
Las estelas con las prescripciones o reglamentos sagrados formaban parte del paisaje del santuario. Solían advertir del acceso a un lugar sacro, dando cuenta de las penas impuestas en caso de quebranto de las normas.
El acceso al santuario se realizaba a través de un pórtico o pròpylon, si bien los más importantes contaban con un acceso monumental, precedido de un atrio en el que se encontraba una fuente o un pozo para el agua.
El altar posibilita establecer relación entre los dioses y los mortales a través del sacrificio.
Podía oscilar entre simples altares de cenizas -eschara-, producto de la acumulación de los restos de los sacrificios, hasta una estructura monumental como la de Pérgamos. Los vestigios más antiguos de la realización de sacrificios se remontan al siglo IX a.C. la situación con frecuencia se dispone en el eje Este-Oeste, en tanto que el templo se orienta hacia el Este.
Los depósitos de ofrendas. Los tipos de ofrendas son muy variables y pueden comprender desde elementos invisibles para el arqueólogo hasta estatuas de bronce u oro, pasando por miembros del cuerpo humano realizados en terracota. En época clásica, las guerras engrandecieron de estatuas y monumentos los santuarios. Así, las victorias sobre los persas dieron ocasión a toda una serie de ofrendas en honor a Atenea; entre ellas se encuentra el famoso Tesoro de los Atenienses. Éste tipo de monumento estaba destinado a atesorar los exvotos preciosos ofrecidos a los dioses por una ciudad. Solía consistir en una cámara cuadrada de dimensiones no excesivamente grandes precedida por un pórtico dórico o jónicos.
Tholos. Se trata de una cámara de planta circular con anillos concéntricos de columnas. No se conoce bien su función real, aunque es evidente que al estar en relación con el ámbito de lo sagrado. Este tipo de edificio arranca a fines del siglo V y comienza a experimentar un gran desarrollo a partir del siglo IV a.C., dentro de la tendencia a transformar la arquitectura en ornato.
Las funciones del santuario y el carácter de la divinidad a la que estaba dedicado se reflejan en la conformación de los edificios y sobre todo, en la elección del lugar donde se sitúa. Algunos contaban con equipamientos especiales, tales como ciertas infraestructuras de acogida, en otros llegaron a contar con una especie de hospedería para albergar a los enfermos que acudían para ser sanados.
Los santuarios oraculares tienen un sancta sanctorum inaccesible a los hombres, donde la divinidad se manifiesta a su médium.
LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA POLIS
La defensa de ciudades y territorios
Si durante una etapa de la historia griega el papel de la fortificación estaba relegado a la protección de la acrópolis y a la elección de lugares naturalmente defendibles, ya en tiempos de la fundación de las colonias la construcción de recintos murados se convierte en algo frecuente. No será, sin embargo, hasta el siglo VI a.C. cuando el papel urbanístico de las fortificaciones experimente un cambio radical como consecuencia de la presión imperialista ejercida por los grandes reinos orientales. Inicialmente, se tratará de levantar potentes escudos murarios, de estrategia defensiva de carácter pasivo; después, a partir del siglo IV a.C.
La existencia de elementos de asedio y ataque cada vez más sofisticados encontrará respuesta una progresiva transformación de los esquemas defensivos, que sustituirán la estrategia pasiva por otra de carácter activo. Los griegos fueron capaces de resolver los problemas de estrategia defensiva que se fueron planteando en cada fase de su historia con gran solvencia y rigor constructivo.
Clasificación de las fortificaciones griegas atendiendo al contexto de su emplazamiento, a la cronología y a su función genérica:
- Fortificaciones urbanas, destinadas a proteger una ciudad o una de sus partes.
- Fortificaciones territoriales, concebida para custodiar un territorio.
Fortificaciones urbanas
Dentro de esta categoría hemos de incluir las acrópolis, los recintos urbanos y los circuitos
exteriores.
Las acrópolis constituyen uno de los elementos defensivos griegos por excelencia, presente ya desde el Heládico Reciente en las ciudades micénicas. Si en sus inicios las acrópolis habían albergado la presidencia del gobernante y los edificios religiosos y económicos, a partir del siglo VII a.C. estas construcciones públicas comenzaron a desplazarse a las zonas en las que se encontraba la población.
Una vez perdidas estas funciones militares se aprovechan normalmente como enclaves militares o como zonas religiosas. En casos muy concretos, una vieja acrópolis puede convertirse en un fortín para refugio de la población.
Recintos urbanos
Su aparición entre los siglos IX y VII a.C., ha sido explicada como respuesta a la necesidad de lograr una eficaz defensa de las poblaciones que ya las acrópolis no podían asegurar. En el caso de las colonias, se trata también de proteger el asentamiento ante la posible hostilidad del entorno autóctono, por ejemplo, cuya muralla rodeaba perimetralmente todo el núcleo. En cualquier caso, las defensas urbanas de estos siglos oscuros serán sencillos cercados realizado con piedra o adobe.
Esta tendencia de defensa pasiva aumentará en los siglos VII y VI a.C. como respuesta a la conflictividad reinante en el área oriental del Mediterráneo. La construcción de potentes murallas se convierte en época clásica en una constante que absorbe importantes recursos, hasta llegar a un punto en que la muralla y la polis llegarán a estar indisolublemente unida.
Durante esta fase se mejoran las disposiciones de Torres, bastiones y fosos y fortaleciendo el sistema de puertas.
La época helenística supuso la realización de complejas obras concebidas por ingenieros expertos en el desarrollo de las técnicas poliorcéticas, que llevaron a la práctica los principios establecidos por estrategas de la talla de Epaminondas o Demetrios Poliorcetes. El sistema de defensa experimenta ahora un cambio importante, ya que la muralla dejará de ser un elemento estático para alcanzar capacidades dinámicas, merced a ciertas innovaciones tales como los lienzos en cremallera, la multiplicación de poternas para sorprender al atacante, las torres de formas variadas, etc., Por ejemplo como Siracusa o Dura Europos. Los cambios en las técnicas constructivas promovieron el empleo del aparejo regular isódomo, almohadillado y la realización de Torres, bastiones y lienzos con multitud de ángulos caso día de mejor manera los impactos de los proyectiles lanzados por las catapultas. Esta necesidad condujo definitivamente a la adopción de las formas curvas en el trazado de Torres y bastiones.
Circuitos exteriores –diateichismai-se construyeron con el fin de proteger territorios exteriores de gran importancia para las ciudades, ya que solían estar relacionados con el control de las vías de comunicación o con el aprovisionamiento. Quizás uno de los más paradigmáticos sea el circuito conocido como las "murallas largas", creado en Atenas durante la primera mitad del siglo V para unir la ciudad con el puerto de El Pireo.
Fortificaciones territoriales
Dentro de este concepto defensivo hay que considerar los fortines, las atalayas y las Barreras fronterizas que tanto caracterizan el paisaje rural griego. El caso de defensa exterior mejor conocido es la Barrera de Dema, que protegía la mejor ruta entre el Ática, Peloponeso y de Beocia. No se trata de un muro continuo, sino de un sistema dinámico coordinado con una red de fortines y atalayas. El elevado costo en económico de este sistema hizo potenciar la construcción de fortines comunicados entre sí mediante atalayas o phryktoria, que empleaba un sistema de intercomunicación mediante señales de fuego.
A todas estas modalidades de construcción defensiva habría que añadir las torres aisladas, que proliferan en las islas del Egeo y que también están presentes en el continente
Los centros de la vida pública. Desarrollo y función del ágora
El ágora ocupa un espacio privilegiado entre los lugares en que el ciudadano encuentra la expresión más plena de su vida pública. Localizado en el centro simbólico de la ciudad y, a menudo, ocupando también el centro geométrico de la frente calles, el ágora adopta funciones múltiples de carácter político, religioso y económico su importancia es tal que, se convierte en el símbolo mismo de la polis.
Orígenes
Los datos arqueológicos obtenidos, no permiten aún identificar ninguna plaza que pudiera relacionarse con un ágora. Más elocuentes parece los datos proporcionados por los centros ligados a las ciudades coloniales de época arcaica. Hemos de mencionar el caso de Megara Hyblaea, donde se reserva un espacio libre en el centro de la ordenación de reparto de suelo.
La monumentalización de estos lugares algo más tardío y evoluciona a un ritmo lento. En Megara Hyblaea se desarrolla un programa constructivo en el que estarán ya presente todos los elementos esenciales para el desempeño de sus diversas funciones: templos, lugares de culto, pórticos y edificios administrativos que circundaban la explanada reservada a las reuniones de ciudadanos y a las asambleas.
Esta diversidad de funciones tiene su reflejo en la estructura arquitectónica del ágora, cuya historia supone un esfuerzo por dotar de unidad a un grupo de edificios, por naturaleza dispersos, en un espacio que no siempre tiene una clara delimitación urbanística.
La primitiva Ágora de Atenas se encontraba sobre el lado noreste de la acrópolis. A partir de Solón, ya a inicios del siglo VI a.C., el centro político comienza a alejarse de la Acrópolis, símbolo del poder aristocrático y del antiguo régimen monárquico. El Ágora se sitúa ahora en la confluencia de las vías principales de la ciudad. Los primeros edificios (bouleuterion, prytaneion y la llamada Stoa Real) se dispone junto a la vía Norte -Sur, al pie del Kolonos Agoràios y corresponde la segunda mitad del siglo VI a.C. Tras el desastre ocasionado por los persas, sólo Simón comenzó un programa de restauración. En el curso del siglo V a.C. prosigue la historia monumental del Agora de Atenas, estrechamente ligada al desarrollo de la ciudad.
Sin embargo, no existe por el momento ninguna preocupación por conseguir un orden arquitectónico que confiera organización y unidad a los edificios, que permanecen aislados unos de otros sin ningún tipo de relación entre sí.
En otros núcleos, el ágora no es más que un espacio vacío de intercambio bajo el control de la ciudad
Durante el período helenístico, la pérdida de la independencia política reduce en gran manera el papel originario del ágora en tanto que es sede de las asambleas populares o judiciales, si bien subsisten las funciones religiosas y, ahora sí se incrementa las comerciales. Una definición propia del gusto helenístico será el cierre del espacio del ágora mediante pórticos -stoai -en todos sus lados, como sucede en Pérgamo. Este cerramiento completo corresponde al tipo de ágora conocido como "jónico". El desarrollo de la stoa constituye uno de los elementos más característicos del paisaje urbano de época helenística. A sus propiedades escenográficas se añade la función de proteger del sol y la lluvia a los transeúntes
Hemos de destacar la falta de diferenciación de la arquitectura pública de carácter civil hasta el siglo VI a.C., ya que sus aspectos constructivos debieron de carecer de rasgos morfológicos propios yclaramente discernibles. Los pórticos pudieron haber servido de sede a los magistrados de la ciudad. Un buen ejemplo estaría representado por la Stoa Real del Agora de Atenas, construida a fines del siglo VI a.C. y en la que se encontraba el asiento del "arconte
A raíz de las reformas de Clístenes debió tomar forma el primer edificio destinado a las reuniones del Consejo o Boulé.
El boleuterion ateniense más antiguo pudo ser una sala casi cuadrada, provista de un vestíbulo abierto al exterior a través de un porche de columnas de orden dórico. En el interior de la sala, los bancos de asiento estarían repartidos en tres de sus lados. En época más avanzada, el edificio de Mileto se corresponde con una construcción de planta rectangular, con dos plantas.
La inferior fue concedida como un podio y la superior, a la manera de un templo pseudoperíptero con frontones al norte y al sur. Su interior contiene una cávea de piedra que alcanzan la misma altura que el podio.
- Arconte Basiléus. Magistrado de Atenas que se ocupaba de los deberes religiosos del rey, una vez éste fue reemplazado por un consejo de funcionarios no hereditarios de alguna manera, se trataba del jefe religioso de la polis ateniense.
- El prytaneion, destinado a la asamblea de magistrados. El de Delos, presenta una columnata dórica en la fachada, la planta de estos edificios, en algunos casos, se diferencia muy poco de la de algunas viviendas.
El ekklésiasterion es otra construcción estructurada en gradas, destinada a servir de reunión a la Ekklesía o Asamblea. Las reuniones de la Asamblea del Pueblo, plantea los problemas derivados del número de miembros integrantes. Parece que estas asambleas se realizaban inicialmente en el Ágora. A inicios del siglo V a.C. se traslada a unas instalaciones mejor adaptadas a tan gran auditorio en la colina de la Pnyx. En Metaponto siglo IV a.C., el edificio en cuestión estaba formado por una especie de doble cávea teatral desarrollada alrededor de un espacio rectangular central. Las gradas estaban construidas en piedra y podía acoger a unas 8000 personas. El ekklésiasterion descubierto en Priene se presenta un edificio de planta aproximadamente cuadrangular, con gradas en tres de sus lados y un altar en el espacio central.
Ekklésiasterion |
Edificios para espectáculos: teatros, estadios, odeones e hipódromos.
El teatro es uno de los edificios que forma parte por excelencia del paisaje urbano de las ciudades griegas. Este organismo arquitectónico presenta una fórmula la aritmética adaptada su función, que fue inicialmente la de servir de marco a las danzas y coros relacionados con el culto de Dionsos. Se suele admitir que el teatro nació en Atenas en la segunda mitad del siglo VI a.C. Las fuentes literarias indica que en sus inicios se trataba de una estructura construida madera, si bien un incendio en el siglo V a.C. obligó a construir graderías permanentes. Esta petrificación no fue total hasta la segunda mitad del siglo IV a.C.
Teatro griego
Luego, se añadió a un hombre con máscara, que representaba al dios y, éste, subido en un tablado, dialogaba con los sátiros. De este modo, la danza y el diálogo entre el actor y el coro, pasaba a ser una función. Muy pronto se representaron escenas de la vida de Dionisio y como también se exponían las aventuras de otros dioses, los miembros del coro ya no se presentaban disfrazados de sátiros. Entonces, intervino en la puesta en escena, Esquilo, llamado el padre de la tragedia.
Esquilo agregó otro actor en el escenario y el diálogo entre ellos pasó a ser lo más importante; la participación del coro se redujo a un intermedio. Esto era la tragedia. Después de la vendimia, se celebraban grandes fiestas. Se bailaba, se reía, se lanzaban injurias, se hacían burlas de los espectadores. Esta forma de diversión era el cosmos y fue lo que originó el coro cómico (de comos). El coro permanecía en segundo plano, mientras en el tablado estaban los actores. Así, se creó la comedia, cuyos asuntos se referían a la vida diaria. La tragedia y la comedia, al principio, se representaban en tablados movibles, que se desarmaban al terminar la función.
Más tarde, en las laderas de las colinas, se construyeron edificios especiales, disponiendo los asientos en forma circular. A este semicírculo se denominó teatro, que en griego significa espectáculo. El coro de la tragedia lo integraban 50 personas y 25 el coro de la comedia. Un ciudadano rico, al que se llamaba corega, sufragaba los gastos, reunía en su casa al coro, a los actores y a los músicos, y pagaba a un profesor encargado de enseñar y ensayar los papeles de los actores. El espectáculo comenzaba al salir el sol.
Los espectadores ocupaban sus lugares, agrupados por tribus. El público total sumaba varios miles. Bueno será agregar que el Estado entregaba a los más pobres dos óbolos - el precio de la entrada - para que también pudieran asistir. El coro ingresaba por filas, encabezados por su director, llamado corifeo; en el estrado, a metro y medio de altura, aparecían los actores con sus caras enmascaradas. Y la función se iniciaba a los acordes de la lira y la flauta para que el coro ejecutara los movimientos de danzas alrededor del altar. Los jueces, nombrados a la suerte, decidían qué grupo de actores había ganado el premio, consistente en un trípode; en él se inscribían los nombres del corega, de su tribu, del autor de la obra y del primer actor. El corega recogía el trípode, señal de su victoria, y junto con consagrarlo a Dionisio, lo exponía en la vía pública.
El teatro griego consta de tres partes esenciales:
- El auditorio o koilon. Presenta forma curva, generalmente semicircular y está estructurada en forma de graderío descendente, con series de asientos interrumpidas por pasillos radiales escalonados para facilitar el acceso y la evacuación. Esta parte suele apoyarse sobre el desnivel proporcionado por las laderas de una colina, con el fin de evitar la construcción de una infraestructura presenta el apoyo que los romanos desarrollaron de manera magistral. Los puestos más próximos a la orchestra, solían estar realizados en piedra y se reservaban a los miembros más eminentes de la ciudad.
- La orchestra. Es el espacio circular ubicado al nivel del suelo en el que se desarrollan las evoluciones del coro y los actores.
- La skene. Se trata de una estructura erigida detrás de la orchestra y separada del auditorio por dos pasillos -parodoi -. Sus funciones fueron las de facilitar la entrada y salida de escena de los actores y servir de vestuario. Si en un principio este espacio se hallaba a nivel de la orchestra y consistía en una sencilla construcción realizada en madera, después fue creciendo en altura hasta contar durante el periodo Helenístico con un desarrollo arquitectónico propio.
Edificios para la práctica de ejercicios físicos: gimnasios y palestras
El gimnasio. En origen, era el lugar donde se realizaba el adiestramiento de los miembros de la organización militar, ya fueron hoplitas o caballeros, y carece de una definición arquitectónica diferenciada. A partir del siglo IV a.C. el gimnasio irá asumiendo nuevas funciones, orientadas a la formación atlética de los jóvenes, al tiempo que amplía su acción a la educación de los efebos mediante los cursos de los filósofos y maestros del pensamiento. El gimnasio se convierte en el corazón de la formación física e intelectual de los jóvenes griegos, convirtiéndose en uno de los símbolos de la paideia
A partir de la formulación de una planta -tipo durante el siglo II a.C. el gimnasio comprende
tres partes:
- Palestra: adopta la forma de un peristilo precedido de un própylon y rodeado de diversas estancias: el baño, con salas para abluciones frías, con cubas o bañeras y, más raramente, piscinas. En ella no suele faltar ningún tipo de instalación cultual dedicada a Heracles o a Hermes.
- Pista cubierta (xyste).
- Pista al aire libre (paradromis).
Uno de los gimnasios mejor conocido es el de Delfos, construido en el siglo IV a.C. en la falda de la colina existente bajo el santuario.
La casa griega en el ámbito urbano
El análisis de las formas domésticas y su evolución debe tener en cuenta los siguientes
factores:
- Los materiales empleados la construcción, diferenciando si se trata de productos de origen local o importados.
- El nivel técnico de las soluciones arquitectónicas adoptadas.
- La organización interna de los espacios, considerando las relaciones internas y con el exterior, así como la función de cada estancia.
- Las relaciones entre los espacios privados y las estructuras sociales, intentando comprobar si existe reflejo de un reparto espacial según sexo, edad o clase social.
La casa griega durante la Edad Oscura y el período arcaico
Durante la Edad Oscura los casos estudiados informan sobre el uso de viviendas erigidas con materiales perecederos. En el caso más paradigmático de esta etapa inicial este la antigua Esmirna, donde se excavaron los restos de una pequeña cabaña de planta oval, datada hacia el 900 a.C. (figura 34. 1). En una segunda fase de desarrollo de este núcleo (875 -750 a.C.) se impone un modelo de vivienda de planta cuadrada con un zócalo de piedra, en tanto que en la fase siguiente (750 -650 a.C.) volverán a realizarse viviendas ovales junto a estructuras de planta rectangular.
A partir del siglo VIII a.C. surgen pequeños núcleos en las islas. Se trata de concentraciones de vivienda de planta rectangular, agrupadas y protegidas por un muro defensivo. Desde el punto de vista planimétrico, estas casas mantienen el esquema del megaron, con un hogar interior flanqueado por dos postes y un porsche sobre dos pilares o columnas. También se conocen viviendas de planta cuadrada con bancos corridos realizados en piedra, empleados como lechos o para colocar el mobiliario cerámico. El cambio más importante que se produce es el paso de un espacio único y polifuncional a un espacio compartimentado.
La casa griega de la época clásica
Los inicios del siglo V a.C. aportan importantes cambios que se traducen en una racionalización los espacios privados en el interior de la ciudad y en una concepción nueva de la casa. Desde el punto de vista social, la casa griega fue un organismo complejo que refleja los valores de la ciudad sus contradicciones: únicamente los ciudadanos podían ser propietarios de suelo y de una casa. Por lo tanto, la casa posee en el contexto urbano un importante valor simbólico. Surge de este modo un tipo de estructura que reparte el espacio correspondiente a cada una de las funciones domésticas, asignándoles su lugar y que parece expresar los nuevos requerimientos del espacio doméstico: proporcionar una separación visual de las diferentes actividades respecto a los habitantes de la propia casa y a los miembros de la comunidad.
A esta ordenación de los espacios exteriores se hizo corresponder una articulación organizada del espacio interior de la vivienda. Estos esquemas de distribución incorporan algunos modelos presentes en etapas anteriores, como los que Vitrubio denominan de prostas, que viene a ser la casa de tipo megaron, y de pastas o casa con pórtico. Durante el periodo comprendido entre el 432 y el 328 a.C., la planta de sus casas organiza alrededor de tres elementos básicos: un patio y su pasillo de acceso desdela calle, el andron o sala de recepción de los hombres y un pórtico o pastas han abierto al patio (figura5.2). Las viviendas contaban asimismo con una cocina y una pequeña estancia para el aseo, si bien son raras las letrinas.
En Olinto hubo villas suburbanas más ricas, que se distinguían por sus dimensiones y por el desarrollo de sus programas decorativos, que se convierten en una manipulación explícita de la casa privada como símbolo del status de sus propietarios. Una de las mejor conocidas es la Casa de la Buena Fortuna datada en el siglo IV a.C. (figura 35.3) otras casas de Eretria (Eubea), alcanzaron los 1260 m². En este caso, los patios estaban rodeados de pórticos, de tal manera que este patio porticado o peristilo se convierte en el elemento que define las grandes casas en Grecia. En la llamada "Casa de los Mosaicos", de comienzos del siglo IV a.C. hubo tres salas de recepción -andrones -agrupadas alrededor de un peristilo. Esta distribución induce a pensar que se intentó realizar una separación entre las actividades privadas y aquellas de carácter oficial o público.
El papel del patio de la casa griega es bastante destacado, ya que no se trata únicamente de un espacio de paso o de iluminación de las estancias interiores. El patio fue el verdadero núcleo social de la casa que concentra las actividades domésticas relacionadas con el fuego y las actividades religiosas alrededor de un altar fijo o portátil.
Algunas casas poseían tiendas abiertas a la calle sin comunicación directa con el interior de la vivienda.
Por lo que respecta a la identificación de las estancias, el reparto del espacio doméstico entre sexos, no siempre permite establecer distinciones. Si el andron, que fue un espacio genuinamente masculino, no es difícil de identificar porque suele conservar un suelo impermeabilizado, bancos corridos o un umbral descentrado para permitir la disposición de los lechos; el gineceo –gynaiconitis-, o espacio femenino, no parece tener una definición arqueológicamente clara. Así, mientras a los hombres les corresponde el mundo urbano exterior -la polis -, las mujeres se vinculan estrechamente con la casa, donde habían de hacer frente a la crianza de los hijos y a la administración doméstica. La casa –oikos -se configura entonces como una unidad de reproducción y de producción, identificándose estancias destinada a este fin como la cocina, las despensas, los almacenes o los talleres. Más problemática es la identificación del lugar donde se hallaría el telar y los instrumentos relacionados con el trabajo textil, un trabajo eminentemente femenino y fundamental para la economía doméstica. La verdadera segregación entre hombres y mujeres en el mundo griego se focaliza entre dentro y fuera del ámbito doméstico.
En cuanto a los materiales de construcción empleados durante el periodo clásico, los muros se levantan con adobes sobre un zócalo de piedra de altura variable. En general los materiales de construcción eran bastante pobres. De hecho, en mármol nos utilizó hasta la época helenística. Sin embargo los revestimientos interiores serán algo más frecuente.
La casa griega de época helenística
La pequeña ciudad de Priene, la actual Turquía, ha proporcionado casas dilatadas a fines del siglo IV a.C. con una gran estancia precedida por un porsche in antis, basadas en el concepto planimétrico del megaron.
Un conjunto de viviendas de Delos datadas en el siglo II a.C. representan los modelos más típicos de casa helenística. En todos los casos, tal y como se venía apuntando desde el siglo IV a.C., el sencillo patio se ha convertido en un completo peristilo, normalmente dotados de hermosas columnas dóricas Este elemento se presenta como una de las aportaciones más características de la arquitectura doméstica del periodo helenístico. En su centro podía tener un pequeño estanque que recogía el agua de lluvia y la conducía a una cisterna.
En lo que respecta a los palacios, a título de ejemplo destaca el palacio de Aigai-Vergina, del que no puede dudarse su condición de seres de la realeza Macedonia a raíz de la identificación de las tumbas reales de Vergina. A su interés intrínseco, añade la circunstancia de tratarse del palacio griego mejor conservado. El edificio principal está inscrito en un gran rectángulo y comprende tres partes: en el Este, un ala abierta al exterior y un pasillo monumental que da acceso al patio y, en el centro, un peristilo alrededor del cual se distribuyen numerosas estancias que, y en el lado norte una gran terraza abierta al teatro que se encontraba abajo, en la llanura que se divisa desde el palacio. La fachada principal con un pórtico dórico, sobre el que se yergue un cuerpo de orden jónico en la zona de la entrada. Las estancias están distribuidas en torno al patio, entre ellas se ha creído identificar la zona de banquetes situada al sur y formada por tres grandes salas con el solo pavimentado con mosaicos y el lugar de los derechos marcados por una banda sobre elevadas que recorre los muros. La habitación circular en la que se halló una descripción que menciona a Herakles Patroos, que hace pensar más en un espacio cultual en un salón del trono.
La importancia de esta y otras construcciones de características similares erigidas en Macedonia desde fines del siglo IV a.C. reside en la creación de un modelo de edificios "revolucionario" dentro de la arquitectura griega. Sus aportaciones se concentran en el surgimiento de una arquitectura de fachada, en el desarrollo de complejos residenciales construido alrededor de ingresos fáciles y en la articulación de estancias funciones públicas y privadas en un mismo edificio.
Se han hallado algunas que alcanzan los 3000 m², la “Casa de Dionisos”, con dos peristilos, uno dórico al sur y otro jónico al norte
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