Son las diez de la noche. Maldito calor. Hace un calor infernal. Estoy empapado en sudor y no puedo dormir. Maldito insomnio. debería tomar las pastillas, pero no me da la gana: no confío en los medicamentos y en las malditas farmacias.
Tal vez debería ir al médico. Si, visitar a un maldito doctor Menguele, otro de esos chupasangres que solamente le importas cuando tienes dinero y pagas. ¡Qué se vaya al demonio! Necesito descansar...
Me levanto y me dirijo hacia la cocina. Tengo sed. En la nevera hay una botella de ron medio llena y queda otra de repuesto. Genial, un lingotazo de ron cubano para dormir. Necesito dejarlo. Bebo la misma cantidad que Hemingway, Baudelaire y Bukowsky juntos, solo que no escribo ni la mitad de bien que estos tres cabrones.
El alcohol me matará o me conducirá al suicidio. Como al viejo Hemingway. Una vida interesante, unos grandes libros un final ¿heroico? ( sí, vamos a dejarlo así, un final heroico, digno de un personaje romántico aunque, personalmente, prefiero alcanzar la inmortalidad permaneciendo vivo). El alcohol es la peor droga que ha inventado el hombre, mucho pero que la marihuana, la cocaína y la heroína, porque necesitamos beber para sobrevivir y algunos de nosotros estamos tan acostumbrados a beber que ya no tenemos sangre en las venas sino alcohol etílico. Por esos más de uno está apunto de arder y parece un fósforo andante camino de convertirse en un cirio para su funeral.
Maldito calor. Estoy sentado en el sillón del salón sirviéndome una copa (qué demonios, bebo a morro, sin intermediarios) reflexionando sobre la decadencia de la vida humana, del propio ser humano, de su vileza, de su maldad, de su instinto depredador... somos animales racionales nos dicen los científicos ¿qué animal racional se mata entre sí, deja morir de hambre a sus semejantes, se regocija con el sufrimiento y el dolor ajeno, se lucra con el sufrimiento y la desesperación de sus semejantes y consigue dormir tranquilo sin que esos fantasmas le atormenten y le quiten el sueño por la noche? debe ser que todavía queda en nosotros mucho de gusano....
Ya es medianoche. Me sirvo otra copa y me enciendo un habano. Lo huelo por un momento y siento que estoy en una playa caribeña alejado de la sociedad, solo, disfrutando de la brisa marina, abandonando a la especie humana a su suerte y su fatal destino. Esto debe de ser el paraíso....
El amanecer va avanzando lentamente conforme aumenta la cantidad de alcohol en mi cuerpo y la botella queda desnuda y vacía en mi mano, acompañada de nubes de tabaco que crean una neblina que va invadiendo poco a poco el salón de mi casa. Esto debe ser el paraíso ( o tal vez el infierno. Ya no soy capaz de distinguir entre el bien y el mal). Después de la primera copa, ves las cosas como te gustaría que fueran. Después de la segunda, las ves como no son. Y después de la tercera, ya las ves como realmente son. Ese es el momento más horrible de todos.
Mañana me toca leer a Hemingway. El viejo se lo sabía montar bien, pero ya no queda nadie de su grandeza y talento: los grandes escritores tienen sus propios negros, seres anónimos, deshumanizados, escondidos en las tinieblas de la literatura forjando obras de arte, obras que nunca tendrán sus nombres, nombres que acabarán convertidos en polvo, polvo esparcido por el universo del tiempo... Sus historias perdurarán en el tiempo, tiempo que transcurre lentamente y va ahogándose poco a poco en el fondo de una botella. Ya saben, algunos bebemos para hacer interesantes a los demás.
Ya es hora de levantarse. Bostezo y me voy al cuarto de baño a pegarme una ducha fría. Necesito que mi cuerpo reaccione para la mierda de día que tendré que vivir. Necesito un trago. ¿por qué todas las botellas están vacías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario