lunes, 1 de julio de 2013

LA REVOLUCIÓN NO SERÁ RETRANSMITIDA

Abril de 2002 Chávez fue derrocado por un golpe de estado “revolucionario” donde se dividía la población venezolana en Chavistas y Golpistas. A pesar de haber tenido una democracia hasta entonces donde se había elegido a Hugo Chávez como presidente de Venezuela, fue inevitable la presión que hubo hacia éste. El conflicto principal fue en Febrero de ese año cuando el presidente nacionalizó PDVSA, e intentó romper el control de la élite sobre la empresa para redistribuir los ingresos del petróleo al resto del País. Los sectores populares se veían beneficiados, mientras que los sectores hegemónicos decaían a la confrontación contra el gobierno de Chávez denunciando el progreso de un país comunista.

Se muestra cómo los medios de comunicación juegan con la información de las personas para unirlas y dominarlas para un bien en común de la propia hegemonía. Utilizan este método para confrontar a quienes estén en su camino, que en este caso es el gobierno, apoyado de los sectores populares. La oposición llama a una marcha, haciendo creer a los manifestantes que se dirigían a la sede de PDVSA, pero lo que no sabían era que formaban parte de un plan conspirativo contra otros manifestantes chavistas que se movilizaban el mismo día. Aquí podemos ver cuanto es el poder de las comunicaciones que de una manera u otra, provocan un cambio hacia la sociedad receptora.

La alianza opositora y golpista estaba formada por los sectores altos de la sociedad que controlaban los ingresos del petroleo y la élite, quienes hegemonizaban el pueblo para sus beneficios. Lo que el gobierno de Chávez hizo para obtener este rechazo por parte de este sector opositor fue la nacionalización y expulsión de los dirigentes de la empresa petrolífera pdvsa. Tanto fue el disgusto, que provocaron el enfrentamiento entre ambas masas de población opositoras entre sí. La élite tenía un pensamiento egoísta que llevaba a cabo dominar y controlar la situación financiera y hegemónica de los sectores.

La liga oficialista formada por Chávez y los sectores populares quienes lo seguían a él no pudieron controlar el inminente choque contra la oposición, donde hubo varios muertos y heridos en el día de enfrentamiento entre ambas movilizaciones. Los intereses de una República reguladora de ingresos y garantías de vida del ciudadano que estaban representando se empezaba a desmoronar. La masacre de Caracas emitida por los sectores hegemónicos dan como culpables de ésta a los oficiales, militantes y seguidores de Chávez, hacían todo lo posible para hundirlos ocultando información esencial y atacando verbalmente a los chavistas de autores de la violencia ya realizada, cuando en realidad quienes atacaban a las movilizaciones eran francotiradores que no se sabía de donde provenían. Siendo el 8 el único canal televisivo oficialista y con problemas de visualización, la caída del gobierno parecía inevitable. Las cartas estaban ya sobre la mesa cuando un grupo de militares fueron al despacho presidencial a pedir la renuncia de Chávez de una forma autoritaria y con amenazas de bombardeos sobre la misma. Decidió entregarse pero aún así se negó a firmar.
Horas más tarde a la mañana del día 12 de abril se proclama un nuevo “presidente”. Pedro Carmona Estanga ahora era el nuevo gobernador de transición de Venezuela. El nuevo mandato de facto decide destituir a los diputados y suplentes de la asamblea nacional, al presidente y magistrados del departamento de justicia, al fiscal y contralor general de la república, al defensor del pueblo y a los miebros del consejo nacional electoral con el supuesto objetivo de restablecer la justicia, la igualdad, la solidaridad y la responsabilidad social.

A la tarde de ese mismo día manifestantes chavistas que reclamaban por democracia y la vuelta de Chávez al poder empezaron a ser reprimidos brutalmente con resultados desastrosos: hubo muertos y multiples heridos de gravedad. Los medios de comunicación privados seguían en su postura antichavistas, mostrando a la población imágenes de cómo los bárbaros son los chavistas donde decían que no iban a cooperar con el gobierno de transición y que su medida de fuerza se basaba en dejar de establecerlos de alimentos, servicios de agua, y que al terminar la visualización cortarían los cables de energía eléctrica que abastecía la embajada de cuba. También se practicaba la censura del chavismo, y se transmitía la información de que el país estaba totalmente normalizado, cuando en realidad el golpe producido por Carmona fue quien desestabilizó al país por completo, arrestó a Chávez ilegalmente, y violentó inconstitucionalmente a los chavistas en forma de represión.

Con Chávez preso y el palacio rodeado de gente aclamando por su presidente constitucional, la guardia de honor leal a éste decide actuar a espaldas de Carmona. Estaban planificando la retoma del palacio. Una vez dada la señal éstos capturan algunos integrantes del gobierno de facto y logran recuperar el dominio, para después buscar y encontrar a Chávez para proclamarlo nuevamente como Presidente.
En conclusión al tema cuestionado, se puede deducir que el término: “La revolución no será transmitida” es referido a que, sin medios de comunicación la información no queda publicada y la población no sabe realmente que es lo que sucede con su país, por el contrario, los canales de televisión y radio daban por entender que en la nación se vivían dias de normalidad y sin problemas, relatando lo que ellos realmente querían que la población viera. Como si todo esto fuese una especie de lucha por el poder y dominación hacia los subalternos.

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