Y, a pesar de todo, seguimos resistiendo
porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones
Cuando la sociedad y su sistema bárbaro agonice, se esté muriendo
llegará la hora de las revoluciones
Utilizando como fusil de batalla la palabra y la poesía
tomaremos las calles, las plazas y las avenidas
creando una sociedad nueva, inconformista y combativa
que lleve por bandera la indignación y la rebeldía
Pues si no nos movemos no sentiremos
los grilletes que nos oprimen
¡Levantémonos, compañeros
contra este cruel régimen!
la única lucha perdida
es aquella que se abandona
Recordad, compañeros,
que daremos nuestra vidas
por un futuro más frutífero
pues la revolución no perdona
pues ni nos doblegaron ni nos doblegarán
como dijo el camarada Marcelino Camacho, fiel siempre a la revolución
a pesar de que intentaron, intentan y siempre intentarán
que muera y no crezca el sentimiento de rebelión
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