jueves, 29 de marzo de 2012

NUNCA TE RINDAS

porque siempre hay que seguir luchando
cada uno por los ideales que defienda
combatir en cada contienda
a veces perdiendo, a veces ganando

cada cual tiene sus luchas y sus batallas
cada persona combate en su propio frente
no son iguales pero tampoco tan diferentes
son bombas que a veces estallan

y lo importante es no rendirse, seguir batallando
que más vale combatir y ser derrotado
porque alguna vez, cuando recuerdes el pasado
verás a la larga que saldrás ganando

TANTO AMOR...

Tanto amor que te otorgué
para que lo tiraras a la basura
tanto cariño y tanta ternura
Y me pregunto ¿por qué?

Tanta confianza en tu persona
tanto besos, tantos abrazos
tantas cenas, tantos lazos
y ahora el amor se desemorona

dicen que es mejor haber sido amado
que no amar
desconocen el significado
de que te corten las alas y no puedas volar

miércoles, 21 de marzo de 2012

DESEOS PARA ABRIL

Porque a veces sueño con que en primavera
volverán cantos de revoluciones
cuando desfilen tricolores las banderas
gritando: ¡ Muerte a los borbones!

Porque sueño con que un día los barrotes se doblen de piedad
y los presos políticos vascos, catalanes, gallegos, compañeros del Reconstituido
puedan gritar todos juntos con una sola voz, por la revolución unidos
la palabra, el sentimiento de libertad

porque ahora que llega la primavera
se reclama que se proclame la tercera
y que todos unidos contra el capital
podamos hacer la revolución social.

Que la tricolor ondee en cada pueblo, en cada rincón, en cada ciudad
y, como dijo Labordeta, habrá un día en que todos al alzar la vista
veremos una tierra llamada Libertad

PSEUDÓNIMOS Y NOMBRES VERDADEROS


  • Guillame Apollinaire = poeta francés = Wilhelm Apollinaris
  • Azorín = escritor español = José Martínez Ruiz
  • Atahualpa Yupanqui = folclorista argentino - Héctor Roberto Chavero
  • Sholem Ailechem = escritor judío = Sholem Yakob Rabinovich
  • Balthies - pintor polaco Baltazar Klosswski
  • Andrew Baly = poeta y novelista ruso = Boris Nicolayovch Dugaev
  • Billy Brand = político alemán = Karl Herbert Frahm
  • Louis Ferdinand Celine = novelista francés = Louis Ferdinad Destomelier
  • Clarín = escritor español = Leopoldo Alas Ureña
  • Caravaggio = pintor italiano = Miguel Ángel Merisi
  • Juan de la Cruz = poeta español = Juan de Yépes y Alvarez
  • Marlene Dietrich = actriz alemana = María Madgalena von Losch
  • Kirk Douglas = actor de cine = Yssur Demsky Danielovich
  • Margaritte Duras = escritora francesa = Margarita Dannadieu
  • George Eliot = escritora británica = Mary Ann Evans
  • Paul Eluart = poeta francés = Eugenio Pablo Grandel
  • John Ford = director de cine norteamericano = Sean Aloysus O´Ferney
  • Benjamín Franklin = inventor del parrayos y binoculares = Richard Sauders
  • Lewis Grassic Gibbon = escritor e historiador escocés = James Leslie Mitchell
  • Maxim Gorky = escritor ruso = Alexey Maximovich Peshkov
  • Henry Green = novelista británico = Henry Vincent Yorke
  • Margot Fonteyn = bailarina británica =Margarette Peggy Hookman
  • Juan Gris= pintor español = Juan Victoriano González
  • Máximo Gorky = escritor ruso = Alexey Maximovick Paskkov
  • Henry Green = escritor británico = Henry Vincent Yorke
  • Haile Selassie = Emperador de Etiopía = Teferi Makanem
  • Ho Chi Min = político asiático = Nguyen That Tranh
  • Kandinsky = pintor abstracto ruso/alemán/francés = Vasilii Vasielevich
  • Lenin = político ruso = Vladimir Ilych Ulyanov
  • Le Corbusier = arquitecto suizo/francés = Charles-Edouard Jeanneret
  • Jack London = escritor norteamericano = John Griffith
  • Curzio Malaparte = escritor italiano = Kart Erich Suckert
  • Molière = autor teatral francés= Jean Baptiste Poquelin
  • Malcolm X = líder negroamericano = Malcolm Little o Ají Malik El- Shabazz
  • Mocher Serofim Mendele= Escritor hebreo = Shalom Jacob Abramovitch
  • Gabriela Mistral = poetisa chilena = Lucila Godoy Alcayata
  • Marilyn Monroe = actriz norteamericana = Norma Jean Baker
  • Alberto Moravia = escritor italiano = Alberto Pincharle
  • Pablo Neruda = poeta chileno = Nefatlí Reyes Basualto
  • Frank O¨Connor = escritor irlandés = Michel O´Donnovan
  • George Orwell = novelista británico = Eric Arthur Blair
  • Saint-John Perse = poeta francés = Alexis Saint Leger
  • Pablo Picasso= pintor español = Pablo Ruiz Picasso
  • George Seferis = poeta griego = Georgios Seferiades
  • Jean Sibelius = compositor finlandés = Johan Julios Christian
  • Santa Teresa de Jesús = poetisa española= Teresa Cepeda y Ahumada
  • Ignazio Silone = escritor italiano = Secondo Tranquili
  • Joseph Stalin = político ruso = Joseph Vissarionovich
  • Tito = político yugoeslavo = Josip Broz
  • León Trotzky = político ruso = Lev Davidovich Bronstein
  • Mark Twain = escritor norteamericano = Samuel Langhome Clemens
  • Ramón del Valle-Inclán = escritor español = Ramón Valle Peña
  • Voltaire = escritor francés = Francois Marie Arouet
  • Virgina Woolf = escritora británica = Virginia Stephen
  • Victoria de los Angeles = soprano española = Mªde los Angeles López García
  • Rodolfo Valentino = actor italiano = Rodolfo d´Antonguolla
  • Oscar Wilde= escritor irlandés Oscar Fingal O´Flahertie Wills
  • Tom Wolfe = escritor norteamericano = Thomas Kennedy

martes, 20 de marzo de 2012

LA CONSTITUCIÓN DE 1812. LA VERDADERA HISTORIA

El bicentenario de la Constitución Política de la Monarquía Española promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812 recupera y aumenta todas las falsedades históricas tradicionalmente escritas sobre ella. No es cierto que fuese la primera Constitución española, ni tampoco que sea liberal. Vamos a comprobarlo, aunque resulte un trabajo inútil, ante el acoso mediático promovido por la conmemoración.

Comencemos por ambientar el momento histórico. En la madrugada del 17 de marzo de 1808 se produjo el conocido como motín de Aranjuez, la localidad madrileña en la que descansaba la Corte de Carlos IV. El pueblo asaltó el palacio donde se alojaba Manuel Godoy, amante reconocido del rey y de la reina a la vez, por lo que había recibido todos los títulos posibles: príncipe de la Paz, generalísimo de los ejércitos de tierra y mar, y almirante general de España y las Indias con tratamiento de alteza serenísima. Sin embargo, el pueblo le apodaba El Choricero.

Ese pueblo asaltó su palacio, harto de tanta bajeza moral en la Corte borbónica. Fue lo mismo que iba a impulsar sesenta años después a los españoles a organizar la Gloriosa Revolución para derrocar a Isabel II con sus amantes y sus hijos adulterinos, y a devolverla a Francia, de donde vino su corrupta dinastía.
La muchedumbre rodeó después el palacio donde estaban los reyes, exigiendo la destitución del favorito. Los monarcas europeos se hallaban atemorizados por la Revolución Francesa, que en 1793 había ejecutado a sus reyes, así que Carlos IV accedió muy a su pesar a la violenta proposición de sus vasallos.

LA ABOMINACIÓN BORBÓNICA

El 19 de marzo de 1808 fue detenido El Choricero, y el rey abdicó en su hijo Fernando, que se convirtió en el séptimo monarca de ese nombre, llamado inicialmente El Deseado, pero después fue conocido por sus vasallos desencantados como Narizotas y Tigrekán; los historiadores le apodan El Rey Felón. El día 24 entró en Madrid aclamado por la plebe, pero sin el refrendo de las Cortes su designación carecía de legitimidad.

A Madrid había llegado dos días antes el mariscal Murat, lugarteniente de Napoleón Bonaparte, emperador de Francia y árbitro de los destinos de Europa. El mariscal no dio a Fernando tratamiento real, y además recibió una carta del ex rey Carlos, en la que le aseguraba que su abdicación estuvo forzada y en consecuencia era ilegal, por lo que se consideraba el único rey legítimo de España.
 
Murat informó a su emperador de las disputas entre el padre putativo y el hijo de María Luisa, pero de padre ignoto, dado el furor uterino de la reina. A Napoleón le asqueó descubrir las bajezas de la dinastía borbónica española, y supuso que sus vasallos sentirían el mismo desprecio por sus representantes, así que se propuso librar a la nación de tales engendros, y aprovechar la oportunidad para poner en el trono a su hermano José. El mariscal Murat aconsejó a los padres y al hijo de la reina que acudieran a exponer sus reivindicaciones ante el emperador, para que él zanjase el pleito, y ellos lo hicieron muy gozosos. Además se envió detenido al depuesto Godoy, protagonista de aquella historia repugnante, y con invitación forzada al resto de la llamada familia real.

JOSÉ I, REY LEGÍTIMO DE ESPAÑA

En Bayona los esperaba el emperador, y allí se produjo un espectáculo grotesco, de ópera bufa borbónica. El 2 de mayo, mientras el populacho madrileño alentado por curas y frailes se alzaba contra el Ejército francés, Carlos IV se desdijo de su abdicación obligada y recuperó la corona, que al día siguiente cedió a Napoleón. El día 6 Fernando renunció a sus derechos al trono a favor de su padre putativo. En consecuencia, Napoleón se convirtió en legítimo rey de España. El día 10 renunció al título a favor de su hermano José. Todo fue absolutamente legal, puesto que los dos reyes borbones en litigio habían conferido al emperador de los franceses sus derechos hereditarios al trono de España.
A José I se le apodó El Rey Intruso por ser francés, como si el primer Borbón que reinó en España, Felipe V, duque de Anjou, no lo hubiera sido también. Con la diferencia a su favor de que José era un hombre culto, y sin las taras psíquicas y morales demostradas por todos los reyes borbones. También se le apodó falsamente Pepe Botella, puesto que era abstemio. Otro apodo que le aplicaron fue el de Pepe Plazuelas, debido a que ordenó derribar algunos conventos de los muchísimos que colmaban las calles madrileñas, para abrir plazas.

Esto es lo que impulsó a curas y frailes a declararle la guerra, y a incitar al pueblo inculto a imitar su ejemplo. Además, la Iglesia catolicorromana detestaba a Napoleón, porque promulgó leyes laicistas para limitar los poderes hasta entonces omnímodos del clero, y por si fuera poco privó al papa Pío VII de sus poderes como rey de Roma y se lo llevó a París a su servicio. Al llegar a Madrid lo primero que hizo Napoleón fue abolir el sanguinario Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, del que se servían el altar y el trono para aniquilar a los enemigos. Todo ello motivó la oposición de la clerigalla española al rey José I, traducida en la incitación al pueblo inculto y aborregado para que se enfrentara al monarca civilizado que profesaba muchas de las ideas inspiradoras de la Revolución Francesa.

En cambio propugnaban desde el púlpito la monarquía absolutista del inmundo Fernando, ignorante, tiránico y vengativo, porque sabían que serviría sus intereses. Por ese motivo perdió España la oportunidad de colocarse a la hora europea, y continuó abotargada en su abyecta sumisión al altar y el trono, hasta la Gloriosa Revolución de 1868, que no lo fue tanto, porque se quedó a medias.

LA CONSTITUCIÓN DE BAYONA

Napoleón llevó las leyes francesas, las más avanzadas de todo el mundo en su tiempo, a los lugares de su influencia. Una de sus primeras preocupaciones fue la de dotar a España de una Constitución, palabra ignorada hasta entonces por los vasallos de los borbones absolutistas. Así que convocó en Bayona a una Junta Nacional para que elaborase el primer texto constitucional del reino. Las sesiones constituyentes se celebraron entre el 15 de junio y el 7 de julio de 1808. El número de los notables españoles asistentes varió en las sesiones, pero en total fueron 93, representantes de los diversos estamentos sociales, políticos y culturales de España.

El 6 de julio quedó finalizada la redacción de la primera Constitución española. El día 8 las Cortes Constituyentes celebraron una solemne sesión en Bayona, en la que José juró fidelidad a su texto, y los diputados le juraron fidelidad a él como primer monarca constitucional de España, que reinaría con el nombre de José I. El nuevo rey dio a conocer los nombres de los integrantes de su primer Gobierno, compuesto por ocho secretarios, según la denominación de la época. El inmundo Fernando de Borbón, alojado con su familia en el castillo de Valençay, envió una carta de felicitación al nuevo rey de España.
Tal es la verdad histórica indiscutible, y en consecuencia nadie puede negar con rigor que la Constitución promulgada en Cádiz cuatro años después fue la segunda. Es absolutamente erróneo pretender modificar los hechos históricos para ignorar la existencia de la aprobada en Bayona con todos los requisitos legales, por mucho que moleste a los borbones. Los dos reyes en disputa habían renunciado a sus derechos a la corona española, de modo que el procedimiento constitucional fue legítimo.

UNA CONSTITUCIÓN PROGRESISTA

La Constitución de Bayona fue todo lo avanzada que era posible imaginar en aquel momento. La Revolución Francesa había proclamado los Derechos del Hombre y del Ciudadano, aceptó como divisa Libertad, Igualdad y Fraternidad, e introdujo el culto a la diosa Razón en lugar de los fanatismos predicados por curas y frailes incultos, ávidos de dinero y ansiosos de satisfacer sus instintos sexuales más bajos.

Aquellos 93 notables españoles que redactaron la Constitución de 1808 se hallaban imbuidos del espíritu revolucionario. Se les apodó afrancesados, por declararse partidarios del rey José I, olvidando que cuando en 1700 llegó a España Felipe V ignoraba el idioma, la cultura, la historia, la geografía, las costumbres, todo, en resumen, lo que era España; como deriva obligada sus vasallos se esforzaron por aprender el francés para comunicarse con su soberano incapaz de chapurrear algunas palabras castellanas, e imitaron sus modales y gustos para congraciarse con él: así se afrancesó el reino de España con el primer Borbón que padeció.

Los 146 artículos del primer texto constitucional español eran todo lo progresistas admisible en su momento, por herencia de la Revolución Francesa. Garantizaban la libertad individual y la de imprenta (artículos 39 a 48), regulaban las reuniones de Cortes al menos una vez cada tres años (título IX), porque hasta ese momento dependían de la arbitrariedad real, que solamente las convocaba cuando quería aumentar los impuestos, y además especificaban que debían estar integradas por representantes de la nobleza, el clero y el pueblo; aseguraban la independencia judicial (artículo 97), hasta entonces doblegada al capricho real; creaban la llamada Corte Real para conocer de los delitos personales cometidos por los individuos de la familia real y los gobernantes (108), con lo que serían penados los chanchullos habituales entre los borbones; suprimían todos los privilegios existentes en materia fiscal concedidos a instituciones o a particulares (118); establecían la inviolabilidad del domicilio particular (126), algo insólito para los absolutistas borbones; regulaban cuidadosamente la detención de personas (127 a 132), hasta entonces motivo de arbitrariedades; abolían los tormentos (133), utilizados por los inquisidores para conseguir las confesiones deseadas de los detenidos; prohibían que se exigiera la calidad de nobleza para los empleos civiles, eclesiásticos o militares (140), y en resumen, democratizaban a España todo lo que era posible a comienzos del siglo XIX, muchísimo en comparación con la situación sometida hasta entonces.

Las personas más cultas de España aceptaron al rey José I y a la Constitución que aportaba, tanto políticos como intelectuales, muchos nobles e incluso algunos clérigos civilizados. La mayor parte del clero era cerril y se opuso al rey innovador.

LA PEPA PRESUNTUOSA

Pero los historiadores borbonizados se niegan a reconocer ni siquiera la existencia de la Constitución de Bayona, y siguen todavía asegurando con absoluta tranquilidad que la primera Constitución española fue la elaborada en 1812 por las llamadas Cortes Generales y Extraordinarias convocadas por el Consejo de Regencia ilegalmente constituido ante la ausencia de los reyes borbónicos. Reunidas en la isla de León y en Cádiz, estuvieron integradas por 233 diputados en total, pertenecientes a la clerecía, la nobleza y las profesiones liberales. Al pueblo llano se le relegó al papel secundario de acatarla. Los que mangonearon las discusiones fueron los clérigos, porque estaban acostumbrados a ser obedecidos sin rechistar ante la amenaza de utilizar los servicios inquisitoriales, siempre convincentes, a su alcance.
Esta segunda Constitución fue promulgada el 19 de marzo de 1812, día que la Iglesia catolicorromana dedicada a celebrar la fiesta de san José, por lo que el humor popular la denominó La Pepa. Se eligió ese día por ser el cuarto aniversario de la discutida abdicación en Aranjuez de Carlos IV en favor de su presunto hijo putativo Fernando el Narizotas.
 
Se afirma que es una Constitución liberal, pero quien lea su articulado comprueba que no tiene nada de tal. Luce en su encabezamiento esta oración: “En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la sociedad.” De modo que era el mismísimo Dios el autor de la Constitución, se supone que al inspirar el Espíritu Santo a los diputados lo que debían escribir.

Por ello el artículo 12 se atreve osadamente a legislar para toda la eternidad, dado que afirma: “La religión de la nación es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única verdadera. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra.” Verdaderamente eso es lo que confiesan los llamados liberales todavía en la actualidad, los tipos más retrógrados de la sociedad europea.

El artículo 168 consagra el derecho divino en la sucesión real, puesto que proclama: “La persona del rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad”, como era lógico, porque nada que sea sagrado puede cometer delitos, y ni siquiera pecados. No llega a tanto la Constitución de 1978, porque su artículo 56:1 dice que “La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, como un calco de lo definido en Cádiz, pero sin sacralidad. Eso es todo lo que hemos ganado en dos siglos.

De modo que la Pepa es tan falsa como “aquellos duros antiguos que tanto en Cádiz dieron que hablar”, como canta la copla carnavalera. Ni es la primera Constitución ni tiene nada de liberal, si aceptamos la definición del Diccionario de la lengua española elaborado por los académicos para esta palabra: “Que profesa doctrinas favorables a la libertad política en los Estados.” Es imposible la libertad política en un Estado que declara sagrada la persona del rey y obliga a los vasallos a profesar una determinada religión declarada la única verdadera por los que viven de ella

EN RECUERDO DE LOS REVOLUCIONARIOS

Y, a pesar de todo, seguimos resistiendo
porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones
Cuando la sociedad y su sistema bárbaro agonice, se esté muriendo
llegará la hora de las revoluciones

Utilizando como fusil de batalla la palabra y la poesía
tomaremos las calles, las plazas y las avenidas
creando una sociedad nueva, inconformista y combativa
que lleve por bandera la indignación y la rebeldía

Pues si no nos movemos no sentiremos
 los grilletes que nos oprimen
¡Levantémonos, compañeros
contra este cruel régimen!

la única lucha perdida
es aquella que se abandona
Recordad, compañeros,
que daremos nuestra vidas
por un futuro más frutífero
pues la revolución no perdona

pues ni nos doblegaron ni nos doblegarán
como dijo el camarada Marcelino Camacho, fiel siempre a la revolución
a pesar de que intentaron, intentan y siempre intentarán
que muera y no crezca el sentimiento de rebelión

CUANDO LOS VERSOS SON BOMBAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA

No todos los versos hablan de amor
algunos de ellos maldicen la poesía
como Celaya
porque muestran amor, dudas, nostalgias, alegrías
sentimientos dispares que llevan siempre al dolor

yo quiero que mi verso se convierta en un arma
un fusil que dispara, una bomba que estalla
que siembre ideales de revolución en el alma
y que siembre de metralla
a los censores que las ideas callan

yo quiero una poesía combativa,
una poesía roja, una poesía revolucionaria y radical,
que pueda crera una alternativa
a este mundo patas arriba, desquiciado, muerto e irracional

NO ME DARÉ POR VENCIDO

La mayor derrota que tiene el hombre
es darse por vencido
Susurrar al viento tu nombre
cuando te he perdido

pero verás, sin duda, el resurgir poderosos del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y verle caer mil veces y levantarse de nuevo
enarbolando la bandera de la esperanza

no daré, pues, esta batalla por perdida
pues conquistaré el imperio de tu cama,
donde haremos el amor y la revolución
dando a la alegría la bienvenida
fusionando nuestros cuerpos en una sola alma
creando un solo corazón


jueves, 8 de marzo de 2012

RESISTENCIA

Seguimos en las trincheras
a pesar del ataque del enemigo
sé que cuento siempre contigo,
camarada, amiga, compañera

Queda todavía mucha batalla
mucho camino que recorrer
antes de que te vayas
Guerra siempre ha de haber

Sé que siempre estarás conmigo
luchando codo con codo, mano a mano
en un mundo deshumano
donde surgen miles de enemigos

juntos en la barricada, mano a mano
fusil junto a fusil, rodilla en tierra
frente al enemigo, juntos como hermanos
en una eterna batalla, en una eterna guerra

FELIZ DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA


El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Se celebra el día 8 de marzo.

Sabemos que el sistema en el que nos encontramos oprime y explota doblemente a las mujeres, poniéndolas en un lugar de vulnerabilidad política, económica y social. Así como también entendemos que las causas de estas desigualdades e injusticias que sufrimos diariamente son producto de una cultura patriarcal enmarcada en este sistema capitalista.

HISTORIA

El acontecimiento que marco la fecha del 8 de marzo se remonta al 8 de marzo de 1857, cuando cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York salieron a marchar en contra de los bajos salarios, que eran menos de la mitad a lo que percibían los hombres por la misma tarea. Esa jornada terminó con la sangrienta cifra de 120 mujeres muertas a raíz de la brutalidad con la que la policía dispersó la marcha. Eso llevó a que dos años después, las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino.

Año 1909 y 1910 - Proclamación del día internacional de la Mujer Trabajadora

El 28 de febrero de 1909 se celebró por primera vez en Estados Unidos el Día de las mujeres socialistas tras una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos.

En agosto de 1910 la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y, a propuesta de la socialista alemana Luise Zietz, se aprobó la resolución propuesta por Clara Zetkin proclamando el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, La propuesta de Zetkin fue respaldada unánimemente por la conferencia a la que asistían más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres.

Año 1911 - Primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se celebró por primera vez el 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

El incendio en la fábrica de camisas Triangle de Nueva York

Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico Incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.

Años 1913 y 1914 - Día Internacional del Mujer antes de la Primera Guerra Mundial

En 1913, en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres de Rusia celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de dicho año. En 1914 en Alemania, Suecia y Rusia se conmemora por primera vez, de manera oficial, el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo para protestar por la guerra y para solidarizarse con las demás mujeres.

Año 1917 - Día Internacional en la Unión Soviética

Estando aún en plena Primera Guerra Mundial, en la que ya habían muerto 2 millones de soldados rusos, se produjo la Revolución de Febrero, que marcó la primera etapa de la Revolución rusa de 1917 En la primera mitad de febrero de 1917, el inicio de una hambruna provocó revueltas en la capital Petrogrado. El 18 de febrero/ 3 de marzo de 1917, la mayor fábrica de Petrogrado, la factoría Putilov se cerró, quedando 30.000 trabajadores en situación desesperada. Se anunció una huelga; se disparó a los huelguistas y algunas tiendas cerraron, lo que provocó insurrecciones en otros centros de producción. El 23 de febrero/ 8 de marzo de 1917 se celebró una serie de mítines y manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer que progresivamente alcanzaron un fuerte tono político y económico. Incidentes entre amas de casa en las largas colas por conseguir pan se convirtieron en manifestaciones espontáneas contra la monarquía y a favor del final de la guerra. Comenzó así el levantamiento popular que acabó con la monarquía, sin preparación ni coordinación de los partidos revolucionarios.


Años 1922 a 1975 - Institucionalización del Día Internacional de la Mujer

Después de la revolución de octubre, la feminista Alexandra Kollontai (que desde su nombramiento como Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública logró el voto para la mujer, que fuera legal el divorcio y el aborto) consiguió que el 8 de marzo se considerase fiesta oficial en la Unión Soviética, aunque laborable. El 8 de mayo de 1965 por decreto del URSS Presidium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética de la URSS se declaró no laborable el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.Desde su aprobación oficial por la Unión Soviética tras la Revolución rusa de 1917 la fiesta comenzó a celebrarse en otros muchos países. En China se celebra desde 1922, en España se celebró por primera vez en 1936.

En 1975 la ONU comenzó a celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En diciembre de 1977, dos años más tarde, la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.Esta adhesión de la ONU llevó a varios países a oficializar este día dentro de sus calendarios: Chile en 1977,etcétera.


QUERIDA COMPAÑERA

Querida camarada
Eterna compañera de fatigas
Eterna revolucionaria
Eterna denunciante de mentiras
Eterna antiautoritaria

Eterna zapadora de metralla frutalmente propagada
primavera en la que florece la espiga
volviendo al germinar la vida

rompedora de grilletes, en la lucha siempre camarada
camarada, palabra que te une a la lucha obrera
junto a tus iguales, siempre roja compañera

Se oyen de nuevo los cantos y las voces
Que claman revoluciones
Se levantan banderas, puños martillos y hoces
En todas las ciudades, en todos los los rincones

Querida camarada y compañera
Se mueve nuestra clase obrera
En nuestra patria y en tierras extranjeras

Pido un deseo revolucionario
Que los barrotes de las celdas se doblen de piedad
Y todos juntos como hermanos
Hagamos por bandera la igualdad

Y contra el opresor y el reaccionario
Unamos nuestras manos
Para hacer juntos el amor
Y la revolución

LA GUERRILLERA

Camarada guerrillera, siempre combatiendo
siempre contra el opresor resistiendo
sabiendo que el fusil lleva a la emancipación
sabiendo que solo se es libre gritando Revolución

Siempre guerrillera, siempre inconformista
dos mil años separados, ¡Y la pólvora obró el milagro!
derribando los muros que nos separaban
uniendo nuestra manos en una misma ametralladora

Siempre en la vanguardia de la lucha feminista
Siempre con el libro y fusil que tu sangre consagró
y rebeldía y libertad disparaba
ráfagas de letras emancipadoras

Siempre en pie contra dictadores y tiranos
siempre codo con codo con tus revolucionarios hermanos
Recuerda mujer, que los privilegios del varón
siempre descansan sobre las espadas


martes, 6 de marzo de 2012

JEROGLÍFICO = ESCRITURA SAGRADA

Estaba finalizando el siglo XVIII y el mundo sabía muy poco de los egipcios, salvo por las noticias de los escritores griegos que solo conocieron el país cuando vivía bajo la dominación de los persas.Nadie, hasta esos años, había podido leer su escritura jeroglífica, palabra griega que significa escritura sagrada.

Cuando Bonaparte conquistó Egipto, además de sus soldados, llevó a varios sabios. Los científicos regresaron cargados de piedras con caracteres grabados, pero pasaron los años sin que nadie pudiera descifrar los mensajes escritos.

Champollion, desde muy niño, había oído hablar de ese misterioso país y se sintió seducido por lo que contaban de Egipto; sólo tenía 14 años cuando decidió estudiar la lengua copta, derivada del antiguo idioma egipcio.Un oficial del ejército francés, en 1799, trajo una piedra que contenía una inscripción en tres distintas escrituras. Los sabios, que conocían el idioma griego, pudieron descifrar la segunda escritura, la demótica; pero fracasaron con los jeroglíficos. En 1821, Champollion tuvo la oportunidad de examinar esta piedra, a la llamaban Piedra Rosetta. Por entonces, el estudioso filólogo ya había logrado construir el inicio de un alfabeto copto; esta circunstancia le permitió comprobar que los signos grabados se semejaban al copto.Así, poco a poco, a base de una increíble tenacidad, logró descifrar algunas frases, pero nadie le creyó. Entonces, viajó a Egipto.A su regreso, con el material que había investigado, escribió una gramática egipcia, lo que le significó un formidable esfuerzo de trabajo. Tanto fue así que Champollion enfermó gravemente y pagó su incansable labor con su propia muerte.

Champollion murió a los 41 años de edad, sin saber que había dejado al mundo una nueva ciencia: la egiptología.Muchos sabios, desde entonces, han seguido los pasos de Champollion y han podido leer los jeroglíficos. Así, han sido capaces de reconstruir la que es, seguramente, la civilización más antigua del hombre. Se considera que los egipcios vinieron del Asia, cruzaron el Canal de Suez y se asentaron junto al Río Nilo, cuyas aguas bajan desde las grandes llanuras del Sudán. Este río, durante una época del año, se conoce como el Nilo Verde, pero luego su caudal empieza a hincharse y en solo diez días se convierte en el Nilo Rojo, porque ya acarrea la tierra que ha recogido en su largo recorrido e inunda los suelos. Pasados los meses que dura la inundación, al retirarse las aguas, queda depositado en la superficie un barro que se llama légamo y al hacer su aparición el Nilo Azul, la tierra está abonada.

Lo que se designa como el Antiguo Imperio, tuvo como capital la ciudad de Memphis, que se fundó hace más de 5.000 a.C. El país ha sido gobernado por XXVI dinastías. En la IV dinastía, los tres reyes, Kheops, Khefrén y Micerino, mandaron a construir las famosas pirámides. La mayor, Kheops, alcanza una altura de 144 metros, para lo que fue necesario traer las enormes piedras, desde las tierras que estaban en la otra orilla del Nilo. Cuentan que se emplearon 100.000 hombres, que se renovaban cada tres meses, agotados por el trabajo, porque la construcción de una obra tan monumental demandó casi treinta años para quedar terminada.

Los egiptólogos han quedado muy sorprendidos al abrir y recorrer las tumbas, porque en ellas han encontrado pruebas de que este pueblo alcanzó una altísimo grado de civilización. Durante el período denominado Nuevo Imperio, Tebas fue la capital del país.

Alejandro Magno el gran guerrero que también conquistó Egipto, en su honor, en el 332 a.C., mandó construir la ciudad de Alejandría, en el gran delta que forma el río antes de adentrarse en el Mediterráneo. Fue la capital del reino de la lágidas, (305-30 a.C.)que hicieron de ella un centro de del arte y del intelecto más importante de su época. El barrio llamado del delta, albergó una importante comunidad judía de lengua griega. Estas dos culturas dieron a luz los libros de los Macabeos, el libro de la sabiduría, la traducción griega de la Biblia, llamada versión de los Setenta, obra del filósofo judío Filón. El año 30 a.C., Alejandría se convirtió en la capital de la provincia romana de Egipto.
Alejandría albergó la mayor Biblioteca de la Antigüedad, fue fundada por Alejandro a comienzos del siglo 31 a.C.; Ptolomeo III, agregó una Biblioteca Adjunta en el templo Sarapis, en el 235 a.C. Ambas sobrevivieron varios siglos. La Biblioteca de Alejandría fue deteriorada por las tropas de César en el año 47 a.C., pero no fue destruida por ellos, como dice la leyenda. La Biblioteca de Sarapis, fue destruida por los cristianos, en el año 47 a.C..

La Biblioteca de Alejandría fue destruida, durante la guerra civil en el gobierno de Aureliano, a finales del siglo III d.C.

LA VIDA DE LOS ROMANOS DURANTE EL IMPERIO

El Imperio es el sistema en el que el poder político real estaba en manos de un solo individuo, el emperador. Se inauguró con el emperador Augusto. El Senado quedó limitado a ser un órgano de apoyo de ese poder político.

Augusto reformó las leyes de la ciudad y por extensión, las del imperio, aseguró las fronteras romanas, inició grandes obras públicas (llevadas a cabo por su fiel general Agripa (l. 63-12 AEC), quién construyó el primer panteón), y aseguró la fama del Imperio por tener el mayor poder cultural y político conocido hasta entonces. La “Pax Romana” (Paz Romana), también conocida como “Paz Augusta”, que él mismo inició, fue un periodo de paz y prosperidad desconocida hasta entonces y que duraría más de 200 años. Históricamente, la Paz romana coincidió en el tiempo con la denominada Pax Sinica que estaba teniendo lugar en el este de Asia. Esta estabilidad que disfrutaron China y el Imperio romano favoreció el comercio y los viajes de larga distancia entre las dos esferas de poder.

Adicionalmente, Octavio Augusto le dedicó atenciones especiales a la ciudad de Roma, favoreciendo su desarrollo urbanístico mediante la construcción de infraestructuras públicas y su distribución en catorce barrios, acelerando el proceso de romanización.

En fin, todas estas acciones gubernamentales resultaron beneficiosas para la instauración de la Pax Romana, lográndose la seguridad de las fronteras, la paz interior y un gobierno central estable.

Este periodo se considera finalizado con el inicio de los grandes disturbios y guerras del siglo III, el cual se caracterizó por una interminable serie de guerras civiles entre varios aspirantes al trono imperial, mientras empeoraba la presión germana y persa en la periferia, que llegaba a desbordarse periódicamente sobre el Imperio.

La consecuencia de estas guerras fue el encarecimiento del mantenimiento del ejército y el alto grado de endeudamiento para mantenerlo, lo que llevó al empobrecimiento de la población y a la pérdida de su identidad y sus valores. Un aspecto de su pérdida de identidad fue la crisis religiosa, por la invasión de nuevas religiones orientales.

La vida de los romanos en el imperio

El Imperio romano fue la última de las tres etapas de la historia de la civilización romana. Los romanos fueron una civilización de la Edad Antigua que se estableció en la península itálica y conquistó gran parte de Europa, el norte de África y el Cercano Oriente. Aunque su historia comenzó siete siglos antes, la etapa imperial abarcó desde el 27 a. C. hasta el 476 d. C., en Occidente y el 1453 d. C. en Oriente.

No solamente la Pax Romana hizo posible el auge del comercio de manera asombrosa, sino que provocó un crecimiento demográfico hacia las áreas despobladas, tales como las del occidente, generando una población con buen nivel de vida y una situación económica superior a la de millones de personas en otras regiones.

Por consiguiente, los ciudadanos disfrutaban de una gran cantidad de obras las cuales les permitía movilizarse fácilmente, como las calzadas o los puentes, de igual manera, servicios públicos, como las termas, acueductos o drenajes, además, poseían seguridad con el control de disturbios, y una administración gubernamental honesta u organizada.

La economía del Imperio romano se basaba en la agricultura, con el trabajo de los campesinos y de los esclavos, y el comercio que se intensificó a medida que el imperio expandía sus territorios.

La sociedad romana estaba marcada por la diferenciación de clases en torno a la riqueza y el origen familiar. Originalmente, el pueblo romano estaba dividido entre patricios (familias nobles) y plebeyos (población común). En la era preimperial, tras las luchas de los plebeyos por la eliminación de los privilegios, esta distinción fue perdiendo relevancia. En su lugar, la riqueza personal se convirtió en un factor cada vez más importante para alcanzar una posición social privilegiada.

La mayor diferenciación social tenía que ver con los ámbitos de la civitas (palabra latina para “ciudadanía”): el ámbito urbano y el ámbito rural. La vida urbana se dedicaba a las actividades comerciales, artesanales y de gobierno. La vida rural se organizaba en torno al núcleo urbano y lo proveía de materias primas. La mayoría de la población vivía del cultivo de sus pequeñas propiedades, que trabajaba en conjunto con su familia.


La villa romana

las villas eran edificaciones romanas que pasaron de ser modestas viviendas rurales a magníficas residencias aristocráticas. Las primeras casas de campo que surgieron con la civilización romana eran herencia directa de los griegos. Estas haciendas estaban enfocadas a la explotación agrícola, pero poco a poco la parte habitable o domus fue ganando peso, ampliando sus dimensiones y refinando sus acabados al capricho de los nobles que las habitaban y que gestionaban la explotación de los terrenos bajo su propiedad. Las más espectaculares estaban en Italia, donde además de villas rústicas y suburbanas hubo varias villas imperiales. Las de Pompeya, debido a la erupción del Vesubio, están en un estado de conservación más que aceptable. En Hispania también se levantaron interesantes ejemplos. En Cuenca, encontramos la villa romana de Noheda, mientras que en Palencia, está la villa romana de La Olmeda, ambas dotadas de maravillosos mosaicos.

Granja y cortijo, torre y hacienda, espacio de placer y marco dominal, la villa romana es siempre un asentamiento extraurbano aislado, con funciones residenciales y productivas variables y complejas a lo largo de su dilatada historia: una explotación agropecuaria y una quinta solariega.

De las partes básicas de las villas, se conocen los espacios señoriales y apenas los dedicados a la producción o residencia de la servidumbre. Aquel suele estar presidido (y ordenado) por aulas basilicales y trazas de prestigio: estancias octogonales, trícoras o tetraconques, pavimentos de mosaico... blasones de una dignidad y gusto propios de un mecenazgo superior.



La educación

La educación tenía un papel muy importante en la antigua Roma, ya fuera para los hijos de las clases altas, destinados a emprender una carrera política o administrar sus bienes; las damas nobles que debían ocuparse de su familia; o incluso muchos hombres y mujeres de extracción humilde: todos necesitaban una formación básica que les permitiera abrirse paso a su manera en la sociedad.

Ésta constaba de de tres niveles: 
  • Primaria, Ludemagister: una educación obligatoria, gratuita y pública para todos y todas -fuera del entorno doméstico, al que estaban relegados los niños y niñas sin recursos- para aprender lectura y cálculo
  • Enseñanza Media: una educación que profundiza en la gramática y el uso del lenguaje, historia, literatura o geografía. Se tomaba como referencia los textos clásicos de los grandes autores griegos y romanos: Homero, Platón, Virgilio, Cicerón, Horacio...
  • Enseñanza Superior: Solo seguida por los varones de familias de clase senatorial o ecuestre, era la preparación para la vida política. A los 15 o 16 años eran confiados a un rhetor, un maestro especializado en oratoria que les enseñaba las técnicas del discurso y la argumentación.
Las taberna libraria

En ellas trabajaban los librarii (nuestros libreros de la actualidad), especializados en la transcripción de textos, y también los anagnostae o correctores. Los propios libreros se encargaban no sólo de transcribir y editar los textos, sino también de comercializarlos y encargarse de su distribución.

A través de las calzadas y el Mare Nostrum, estas tabernas conectaron ciudades entre si transmitiendo información y propaganda: la distribución de folletos creados en los talleres donde trabajan escritores, copistas y correctores ( la mayoría esclavos griegos) en estas tabernas fueron el germen de las modernas bibliotecas y librerías donde se discutía, consultaba y leía, siendo la protoidea de los centros de cultura modernos.

Los Annales o Annales pontificum eran una colección de textos que contenían el registro de algunos hechos importantes de la vida de la ciudad. El Pontifex Maximus era el encargado de redactarlos y lo hacía al comenzar el año sobre una pizarra limpia de todo texto, llamada tabula dealbata que tenía forma de calendario. Al final de cada año, lo escrito en ella se transcribía a pergamino y pasaba a formar parte de los Anales o crónicas de los pontífices. A fines del siglo II a. C., todas estas crónicas fueron ordenadas y publicadas.

Utilizados como método propagandístico durante el imperio, trataban temas variados:
  • prodigios
  • nombramiento magistrados
  • discurso importantes
  • leyes 
  • espectáculos: desde juegos públicos, éxito o fracasos de actores hasta los grandes eventos del foro de Roma
  • nacimientos extraordinarios
  • mortandades
  • personas de edad longeva
  • condenados
  • gestas militares
Estos annales ayudaron a mantener informados a los ciudadanos creando una cohesión nacional e identidad política. en las ciudades los foros se convirtieron en centros políticos y propagandísticos donde veían grandes desfiles militares o los discursos del César y sus oradores.

Las bibliotecas públicas

Éstas estaban integradas por volumina (rollos de papiro), guardados en diversos tipos de contenedores -recipientes cerámicos, cestos de cuero, cofres de madera- y dispuestos en las estanterías de los nidi (nichos) abiertos en las paredes.

Estas grandes bibliotecas públicas fueron en teoría creadas para disfrute de cualquier ciudadano, pero en realidad eran frecuentadas por una restringida comunidad de doctos y literatos, deseosos de acceder a obras antiguas o raras, cotejar textos o usarlas como un mero espacio de sociabilidad. Por lo demás, los usuarios habituales de estas bibliotecas públicas poseían sus propias colecciones privadas.

Algunas novedades frente a las anteriores fueron la división en secciones, la creación de un inventario o la aparición de salas de debate.

La arquitectura romana floreció durante la República romana y todavía más durante el Imperio. En esa época se llevaron a cabo grandes obras de ingeniería, como los célebres acueductos y coliseos romanos que aún perduran, los baños públicos, la calefacción por suelo radiante, o los grandes templos religiosos que más tarde heredó el cristianismo.

El Circo Romano

El dicho «Al pueblo, pan y circo», se generó entre los gobernantes de la antigua Roma —«panem et circenses»—, precisamente porque acostumbraban ofrecerlo al pueblo a cambio de obediencia, de su confianza y —sobre todo— de mantenerse alejados de los asuntos que preferían conservar dentro del círculo político. En la Roma Imperial ya se organizaban grandes espectáculos: combates de gladiadores, carreras de cuádrigas, luchas de fieras, representaciones teatrales, náuticas,… Este divertimento y la distribución de alimentos de manera gratuita se convirtieron en las dos grandes herramientas de control social. 

Muchos de estos espectáculos tuvieron un origen religioso con un carácter sagrado y ritual hacia las almas de los difuntos. Poco a poco, con el tiempo, se fue perdiendo ese carácter sagrado y se fueron profesionalizando para el gusto del público. Es así como surge el ocio en la Roma Republicana para ganarse a la plebe.

El llamado Circo romano es una de las instalaciones lúdicas más importantes de las ciudades romanas. Junto con el teatro y el anfiteatro, forma la trilogía de grandes instalaciones destinadas a divertir al pueblo.

Inspirado en los hipódromos y estadios griegos, pero de medidas mucho mayores que estos, el circo romano estaba destinado a carreras, espectáculos, y representaciones, que conmemoraban los acontecimientos del Imperio.

El circo romano es un recinto alargado con remates circulares en los extremos, teniendo globalmente una forma oval, más o menos alargada. En el centro, rodeada de gradas generalmente de piedra, estaba la arena (en latín hārēna), muy alargada y partida en dos por la espina (en latín spina), un muro bajo y aislado coronado de obeliscos, estatuas y otros ornamentos semejantes. La espina formaba sobre la arena dos calles por donde corrían las cuadrigas. En cada uno de los extremos de la espina había un pilar cónico denominado meta (en latín meta). Los contadores de vueltas solían ser huevos de piedra o estatuillas de delfines.

El coliseo y los Gladiadores

En el año 80 d.C., la inauguración del Coliseo por el emperador Tito dio lugar a las fiestas más grandiosas de la historia de Roma. Años después, el poeta Marcial recordaba que gentes de todos los confines del Imperio, desde britanos, tracios y sármatas hasta árabes, egipcios y etíopes habían acudido a la capital del Imperio para contemplar las fieras más exóticas y a los más famosos gladiadores, envueltos en exhuberantes cacerías y emocionantes combates.

Gladiador-(latin=glaiuds=espada), sustantivo empleado para designar al combatiente profesional en la Roma antigua. Los gladiadores provienen, sin ninguna duda, de las ceremonias fúnebres de los etruscos en el entierro de sus muertos. La idea era un intento de proveer al muerto de las armas que necesitaría en el otro mundo para las luchas que debería sostener y que, normalmente, eran luchas a muerte.

La celebración de estos espectáculos, en Roma, alcanzaron una enorme popularidad, pasándose de tres pares de gladiadores de la primera celebración conocida, que data del año 264 a.C (entierro de un Brutus) a 300 pares de luchadores en la muerte de Julio César, ocurrida el año 44 a.C. Además, estos espectáculos que solo eran de un día al año, crecieron hasta cerca de cien, durante el gobierno del emperador Tiberio. Y prosiguió este aumento hasta llegar a los tiempos del emperador Trajano (año107 d.C) en que alcanzó a los 5.000 pares de gladiadores. Hay constancia de que las luchas de gladiadores se efectuaron en un sinnúmero pueblos del Imperio romano, lo que se sabe porque se han encontrado ruinas de anfiteatros por toda Italia.

Había las varias clases de gladiadores, distinguidas por sus brazos o modos de luchar. Estas son algunas: Los Samnitas, que luchaban con las armas nacionales - los escudos de forma oblonga alargada, una visera, un casco con penacho y una espada corta. Los Tracios, que tenía un cinturón con hebillas redondas, pequeñas, y una daga corvada, como una guadaña. Los mirmillones armados a la moda Gálica con casco, espada, y escudo, y se llamaron así por el nombre del pez que servía como la cresta de sus cascos. En la justa se emparejaba el retiarus (hombre del precio neto)con el secutor o perseguidor; el primero no llevaba nada más que una túnica corta o delantal, mientras su perseguidor que estaba totalmente armado con la red de lanzamiento que llevaba en su mano derecha, y si lograba enredarlo, podía matarlo con el tridente que llevaba su mano izquierda. Había también los dimachaer, dos hombres provistos solo de cuchillo. Más tarde, en el imperio se estableció que lucharan llevando una espada corta en cada mano.

Las luchas de gladiadores se anunciaban con varios días de anticipación por medio de anuncios que se pegaban en las paredes de las casas y edificios públicos; también se vendían copias en las calles. El espectáculo se iniciaba con el desfile de los gladiadores, mientras en la arena, otros gladiadores simulaban una lucha con jabalinas de madera. Pero, el comienzo del espectáculo era señalado por el sonido de las trompetas, y aquéllos que mostraran miedo, en la misma arena recibían latigazos y eran marcados con hierros candentes. Cuando un gladiador era tocado, los espectadores gritaban Habet (Ha sido herido), y si el herido quedaba a merced de su adversario, podía implorar la clemencia del público y cuando la mayoría de los espectadores la aprobaban, ondeaban sus pañuelos, pero, si deseaban que muriera, mostraban el pulgar hacia abajo. Si un gladiador sobrevivía a varios combates, podía liberarse del servicio, pero más adelante podía volver a formar parte del grupo.

Los arqueólogos descubrieron un cementerio de gladiadores en Éfeso y encontraron que la mayor parte de la dieta no consistía en mucha carne. No hay evidencia de huesos de animales alrededor (pollos, etc.). Parece que su dieta consistía principalmente en granos y frijoles junto con una bebida hecha de las cenizas de las plantas (que se pensaba que los restauraba después de una batalla física, como un suplemento energético o herbal). Se utilizó espectroscopia para medir los niveles de carbono, nitrógeno, azufre y estroncio en los huesos que se encontraron. (El estroncio proviene de esta bebida de ceniza que beberían).

Una dieta de granos y alubias también era bastante común entre la población civil de la época, pero se cree que los gladiadores pueden haber sido comedores de cebada, que es una calidad de grano inferior a la que la población general habría consumido normalmente (a menos que sea pobre).

Con la llegada del cristianismo, las luchas de los gladiadores sufrieron un serio quebranto hasta que, en el año 325 d.C., el emperador Constantino las abolió.


La romanización

La romanización cuenta con varios significados, así, por primera vez en su historia, los distintos grupos que habitaban el territorio van a integrarse en un orden común. Debido a la romanización, aquellos pueblos que quedaron bajo el dominio de los romanos terminaron adoptando su idioma, sus tradiciones y sus instituciones. En un primer momento las élites y los dirigentes adoptaron el latín como lengua. Poco a poco, la vestimenta, el estilo arquitectónico y la moneda del Imperio también penetraron en cada lugar, para dar paso a la adopción de los cultos romanos. La romanización continuaba con el desarrollo local de tecnología para producir los bienes romanos.

El derecho romano es una de las mayores contribuciones de los romanos a la civilización occidental. Frente al colectivismo que predominaba en las sociedades anteriores, el Derecho Romano reivindica los derechos del individuo (y personas jurídicas) y especialmente el derecho a la propiedad. El llamado “Derecho romano” (Ius romanum) constituyó la base del derecho moderno y aún sobrevive en forma de principios y sentencias fundamentales, presentados a menudo en la lengua romana, el latín.

El derecho romano era complejo, práctico y de calidad técnica. Fue compilado por vez primera por el emperador Justiniano I (del Imperio Romano de Oriente) en el siglo VI: el Corpus Iuris Civilis.

En líneas generales se dividía en derecho privado y derecho público, dependiendo de si tenía que ver entre particulares o tenía que ver con el Estado. Contemplaba ya ramas específicas como el derecho penal, el derecho tributario y el derecho administrativo.

La sociedad urbana que, hasta entonces se había limitado a las colonias, se extiende. La mayoría de las ciudades actuales fueron fundadas por los romanos. Gracias a la paz romana se empiezan a construir urbes en zonas llanas.

Los núcleos urbanos, con su actividad económica, sus edificios lujosos, sus diversiones, se convierten en difusores de la cultura romana y en polos de atracción para la población indígena.

Los romanos consiguen también la unificación lingüística. El latín, que en un principio era la lengua de la administración y del gobierno, acaba por imponerse, primero en las urbes y después en las zonas rurales. Del latín vulgar derivarán todas las lenguas románicas habladas en la actualidad

La comida y las relaciones sociales

Normalmente, los romanos tomaban una comida al día. La cena (coena) podía prolongarse desde las 15 horas hasta la medianoche. Algunos desayunaban (ientaculum) un trozo de pan y otro de queso; otros no probaban bocado. Pero a los escolares se les daba algo sustancioso.

El almuerzo (prandium) era comida ligera, consistente en carne o pescado, frutas y vino, que comían de pie. Las clases altas solían efectuar algunos ejercicios a primeras horas de la tarde, y se daban un baño antes de disfrutar de la comida fuerte del día.

El comedor (triclinium) llamaba así por sus tres divanes, cada uno con capacidad para tres personas, que se: colocaban alrededor de una mesa cuadrada. (Durante el Imperio se puso de moda el uso de un solo diván semicircular y la utilización de mesas redondas.)

Los romanos eran buenos comensales y la mesa del comedor era el mueble más importante. Las mesas de la gente adinerada se fabricaban con maderas de limón o de arce, decoradas con incrustaciones de marfil. El romano comía apoyando el codo izquierdo en la mesa; utilizaba su mano izquierda para sostener el plato y cogía los alimentos con la mano derecha. Se colocaban cojines para apoyar la espalda. El invitado de mayor importancia se sentaba junto al anfitrión. Normalmente, los romanos dictaban o escribían su correspondencia durante las comidas; por eso, el asiento del dueño de casa, era el más amplio y con espacio suficiente para que pudiera recibir mensajes y atender sus asuntos de negocios.

El arte culinario se apreciaba mucho en Roma. El cocinero era el esclavo de mayor valor de la .servidumbre; casi costaba tanto como un caballo. Los esclavos que servían en la mesa tenían una jerarquía propia; el esclavo más importante supervisaba todo el servicio; normalmente cortaba las carnes. Los esclavos que servían vinos o cortaban los alimentos eran elegidos por su habilidad y buena presencia. Generalmente usaban vestidos brillantes y llevaban el cabello largo. rizado en bucles; pero los que realizaban tareas menores vestían con sencillez y llevaban la cabeza afeitada. Antes y después de las comidas, los esclavos presentaban fuentes con agua para que los invitados se lavaran las manos, lo que no constituía un refinamiento. dado que los comensales cogían los alimentos con las manos. El único utensilio que utilizaban era la cuchara. Cada invitado traía su propio esclavo a la fiesta y. a menudo. su servilleta; en ella se llevaba los restos de comida para sus propios esclavos domésticos.

La cena se dividía en tres parles: los entremeses, por ejemplo; huevos con vegetales variados; el plato fuerte, una fuente de carne y pescados, con salsas preparadas y vino para beber (los invitados seleccionaban de todo un poco), y terminaban con frutas y postres dulces. A veces los invitados no recibían el mismo trato por parte del anfitrión. A un conocido reciente le ofrecían comidas inferiores y lugares de menor preferencia en la mesa, mientras que al invitado importante le atendían con suntuosas comidas y lo rodeaban de toda clase de distinciones.

La mayoría de los romanos sólo podía servir en su mesa una simple dieta de pan y sopa con nabos, aceitunas, judías, queso, y como lujo extraordinario, cerdo. Solo quienes vivían cerca del mar o junto a los ríos podían comer pescado; de otro modo resultaba de un precio excesivo. En cambio, por contraste, las fiestas de la gente adinerada eran casi orgías de glotonería, borracheras y disipación, lo cual motivó muchas críticas satíricas, como las de Séneca, .Se aprobaron leyes, sin éxito con el propósito de restringir el número de invitados y los gastos de las fiestas. La única bebida alcohólica era el vino y los romanos lo mezclaban con agua caliente o fría; solo se servía vino puro en los momentos en que habían bebido mucho. Después de las comidas se repartían guirnaldas a los invitados, antes de beber y ofrecer los brindis. Los primeros romanos creían que el olor de ciertas hierbas podía disipar los efectos del alcohol; por eso, más tarde, acostumbraban a mojarse el rostro con perfumes y, a veces, lo mezclaban con el vino y lo bebían.

Los romanos gustaban de tener muchos entretenimientos para ayudar a pasar las largas horas dedicadas a las comidas. En las casas de gente culta se leía en voz alta (en muchas casas disponían por lo menos de un esclavo "lector" entre la servidumbre); también se recitaban poemas humorísticos o se hacia oír música. Otros tenían bufones. bailarinas, probablemente traídas de Cádiz o de Siria, acróbatas, juegos y, muy ocasionalmente, combates de gladiadores.


La Caída del Imperio Romano

Durante el siglo III d.C. el Imperio Romano se vio inmerso en una de las peores crisis de su historia. Casi treinta emperadores se sucedieron en el lapso de cincuenta años, proclamados y depuestos por el ejército, a veces de forma simultánea en diferentes lugares. La inflación se disparó, el comercio se paralizó y las provincias quedaron aisladas entre sí. Los impuestos no llegaban y las ciudades estaban desabastecidas de productos de primera necesidad. Roma perdió su autoridad en las provincias más lejanas, que durante unos años se independizaron de la metrópolis. Y para colmo de males, en las fronteras los pueblos bárbaros aprovechaban esta debilidad para llevar a cabo sus incursiones.

En lo político es una etapa de gran inestabilidad, los emperadores duran poco en el cargo, casi todos mueren de forma violenta. La guardia pretoriana nombra emperadores, a veces también las legiones proclaman su candidato al trono, enfrentándose a otras que hacen lo mismo, es el periodo conocido como de anarquía militar. La manifestación más importante de todo esto es el desarrollo de sucesivas guerras civiles que arrasan el imperio y un ejército romano ineficaz y corrupto.

En los aspectos religioso y cultural se desconfía de los dioses y la religión tradicionales que ya no dan respuestas a un mundo convulso y encuentran consuelo en otras religiones como el cristianismo que promete un mundo mejor en el más allá.

Desde el punto de vista externo una serie de pueblos que viven entre el Rin y el Danubio se ven presionados por otros y van a penetrar en el interior de un imperio que no tiene fuerzas para rechazarlos, son los pueblos germánicos que acabarán sustituyendo al poder romano. En lo que había sido el Imperio de Occidente se van a asentar una serie de reinos germánicos: suevos, vándalos, alanos y visigodos en España; francos y burgundios en Francia ; anglos y sajones en Inglaterra... mientras que el Imperio Romano de Oriente va a permanecer mil años más, se le denominará más tarde Imperio
Bizantino. 

Cambios culturales importantes

A comienzos del siglo IV, los cristianos fueron otra vez terriblemente perseguidos. El emperador Diocleciano, junto con Galerio, desató en el año 303 lo que se conoce como la “gran persecución”, en un intento de restaurar la unidad estatal, amenazada a su entender por el incesante crecimiento del cristianismo. 

Constantino había sido elegido emperador en occidente. Después de que derrotara a Majencio en el 312, en el mes de febrero del año siguiente se reunió en Milán con el emperador de oriente, Licinio. Entre otras cosas trataron de los cristianos y acordaron publicar nuevas disposiciones en su favor. El resultado de este encuentro es lo que se conoce como “Edicto de Milán”,  un documento firmado en el año 313 por los gobernantes del Imperio romano que otorgó libertad de cultos a todas las religiones, incluida la cristiana dentro del Estado romano. Lo acordado allí lo conocemos por el edicto publicado por Licinio para la parte oriental del Imperio. El texto nos ha llegado por una carta escrita en el 313 a los gobernadores provinciales, que recogen Eusebio de Cesarea (Historia eclesiástica 10,5) y Lactancio (De mortibus persecutorum 48). En la primera parte se establece el principio de libertad de religión para todos los ciudadanos y, como consecuencia, se reconoce explícitamente a los cristianos el derecho a gozar de esa libertad. El edicto permitía practicar la propia religión no sólo a los cristianos, sino a todos, cualquiera que fuera su culto. En la segunda se decreta restituir a los cristianos sus antiguos lugares de reunión y culto, así como otras propiedades, que habían sido confiscados por las autoridades romanas y vendidas a particulares en la pasada persecución.

Después del Edicto de Milán, la situación de los cristianos en el Imperio romano cambió significativamente. Estos fueron algunos desarrollos clave durante ese período:
  • Legalización y protección: se les concedió la libertad de practicar su fe abiertamente y sin temor a ser procesados. Esto condujo al crecimiento y expansión de las comunidades cristianas en todo el imperio.
  • Construcción de iglesias y restauración de propiedades: la legalización del cristianismo llevó a que las propiedades que les habían confiscado a las comunidades les fueran devueltas. Los cristianos pudieron construir lugares de culto y organizar sus prácticas religiosas de manera más abierta.
  • Patrocinio imperial: emperadores como Constantino y sus sucesores otorgaron varios privilegios y beneficios a los cristianos, incluido el apoyo financiero, la exención de ciertos impuestos y la concesión de derechos legales.
  • Aceptación social: se volvió más aceptable socialmente, e incluso deseable, ser cristiano. Abrazar esta religión les permitió a las personas ser parte de una comunidad más grande, con creencias y valores compartidos; proporcionó un sentido de pertenencia dentro de un movimiento religioso en crecimiento.
  • Acceso a la educación y oportunidades: los cristianos empezaron a establecer sus propias instituciones educativas, como escuelas de catequesis y centros teológicos. Se proporcionó acceso a la educación y al desarrollo intelectual dentro de la creciente comunidad cristiana. Esto generaba oportunidades para roles de liderazgo dentro de la iglesia y un avance potencial en otras áreas de la sociedad.
  • Cambios culturales y políticos: a medida que el cristianismo ganó dominio, se volvió ventajoso hacer parte de él para asegurar posiciones en la sociedad y acceder a oportunidades económicas, políticas y sociales.
Constantino había logrado que los cristianos saliesen de la clandestinidad y les había otorgado privilegios, lo que les permitió construir diversos templos. El Edicto de Milán, emitido por los emperadores Constantino y Licinio en el año 313 d.C., marcó un punto de inflexión crucial para el cristianismo, pues le otorgó reconocimiento oficial. En él se proclamó la libertad religiosa, permitiendo a los creyentes practicar su fe abiertamente y sin temor, pues se le puso fin a la era de persecución en su contra

En el año 380 el emperador Teodosio decretó el Cuncto Populos, más conocido como el Edicto de Tesalónica, según el cual el cristianismo pasó a ser la religión oficial del Imperio Romano. El Edicto de Tesalónica dio un paso más allá del Edicto de Milán. Mientras que este último le concedió tolerancia al cristianismo, el de Tesalónica elevó su estatus: lo estableció como la religión privilegiada y exclusiva del Imperio y al tiempo suprimió otras prácticas religiosas. Juntos, jugaron un papel importante en la configuración de la trayectoria del cristianismo e incluso en su expansión.

El cisma de oriente

La división del Imperio tras la muerte de Teodosio en 395 d. C. únicamente se trató de la separación absoluta, pues desde el Imperio colegiado suscitado por Diocleciano en 285 —además de guerras civiles en el Principado y la crisis del siglo III—, Roma había experimentado la vorágine de tener como soberano a más de un emperador a la vez. Ciertamente, durante el siglo IV, emperadores como Constantino el Grande y Juliano el Apóstata fueron casos extraordinarios de gobierno en solitario; el primero lo llevo a cabo tras sus victorias frente a Majencio, Maximino y Licinio; el segundo como único sucesor por alcurnia del emperador Constancio, quien a pesar de haber considerado a Juliano como usurpador, tuvo que transmitirle su poder por falta de un primogénito o favorito.

Empero, el deceso de Juliano en Oriente y el efímero reinado de su sucesor Joviano produjeron una nueva escisión territorial entre los hermanos Valentiniano y Valente, distribuyéndose Occidente y Oriente respectivamente. Valente, desde su llegada al trono debió afrontar las consecuencias de la tolerancia a los visigodos, pues se permitió que se instalaran en territorio imperial para evitar un descalabro. A razón de que la ciudadanía repudiaba a este «bárbaro» pueblo germánico, paulatinamente las discrepancias acaecerían. Por supuesto, este rechazó atizó la animadversión entre los dos pueblos y, por tanto, los visigodos se rebelaron. Poca fortuna tuvo Valente en retener la sublevación germana, debido a que en la batalla de Adrianópolis (378 d. C.) perdió la vida. Graciano, en ese momento ya emperador occidental tras el deceso de su padre Valentiniano en 375, se veía imposibilitado de acudir a Oriente para resarcir la situación, no obstante, elevó a la dignidad de Augusto oriental a Teodosio, hábil entre sus efectivos. Con el advenimiento de Teodosio, el Imperio oriental finalmente se vio libre de las vejaciones visigodas tras el establecimiento de la paz. Menester es señalar que Teodosio la consiguió sin obtener el triunfo en una batalla decisiva, puesto que optó por desgastar al enemigo en su logística y ánimo, obligándole a abandonar las hostilidades. Conseguida la victoria, Teodosio se preocupó por la reforma religiosa y, en 380 se publicó el Edicto de Tesálonica, consigna por la cual el cristianismo fue ascendido a religión oficial del Imperio, castigando cualquier otro culto a través de suplicios que tenían la finalidad de convertir a los paganos a la fe cristiana.

Mientras, en el Imperio occidental, las legiones colocaron a un nuevo emperador: Sebastián. Sin embargo, la intervención del general Merobando, leal a Graciano, reemplazó a Sebastián por el hermano menor del soberano legítimo, es decir, Valentiniano II. Para Graciano no concibió esto como una ignominia contra su mandato, de hecho, lo vio como un fructuoso acontecimiento para asegurar el linaje de su progenitor. Así, la religión acaparó el reinado de Graciano, en el que de igual manera se promulgaron edictos favorables a la religión cristiana. Pero la soldadesca es complicada en su destrucción, por lo que nuevamente nombró ilegítimamente a un emperador, el indicado fue Magno Máximo, quien en breve se deshizo de Graciano; no obstante, el cisma entre la población y el ejército impidieron su consolidación. En efecto, Máximo debió de reconocer a Valentiniano II como su colega, esperaría el momento oportuno para erradicar a su rival, situación que llegó tras la discrepancia de Valentiniano II y su madre Justina con el obispo Ambrosio. En primera instancia, Valentiniano había tolerado el paganismo, llegando incluso a respaldar las apologías para su supervivencia. Sin embargo, ulteriormente su madre, Justina, había defendido con vehemencia el el arrianismo, de modo que las querellas se tornaron insostenibles; fue entonces cuando Máximo se declaró enemigo del hijo y la madre, los cuales enrumbaron a Tesálonica solicitando el apoyo de Teodosio.

El Augusto de Oriente, después de lograr que Valentiniano y Justina abandonaran el atavismo religioso, cooperó; marchó al encuentro de Máximo y en Iliria obtuvo decisivas victorias en dos contiendas. La defección en las filas de Magno incrementó hasta que finalmente Máximo decidió suicidarse. Los actos de Teodosio lo colocaron como caudillo principal en todos los rincones del Imperio, si bien era cierto que Valentiniano II continuaba como Augusto, fue Teodosio quien eliminó el tropel usurpador de la milicia, razones suficientes que le permitieron a permanecer en Italia hasta el 391, fortaleciendo el cristianismo. Cuando volvió al este, Valentiniano II tuvo la potestad de todo Occidente, a excepción de la Galia, tierra conferida por Teodosio al general franco Argobastes. La aversión entre Valentiniano y Argobastes no se dilato y dio como resultado el asesinato del segundo; Argobastes, conocedor del desprecio de los romanos por los germanos colocó como Augusto a Eugenio, su secretario doméstico, más que un soberano, un títere para el gobierno del germano.

Desde luego, Teodosio nuevamente se dirigió con un flamante ejército a Occidente, acompañado por Estilicón y Alarico para encarar al nuevo usurpador. A las orillas del río Frígido, las tropas de Teodosio destruyeron a las de Eugenio comandadas por Argobastes el 5 y 6 de septiembre de 394. El comandante derrotado sobrevivió, pero se suicidó a los dos días siguientes de su fracaso; a Eugenio se lo llevó hasta la presencia de Teodosio, donde se lo castigó con la muerte. Así pues, el Imperio romano tenía por última vez a un único mandatario para el gobernar de su extensión completa. Llegada su muerte el 17 de enero de 395, el reparto del romano Imperio entre sus hijos marcó el final de una era: Honorio gobernaría Occidente, y su imperio estaría destinado a caer después de aproximadamente siete décadas; Arcadio presidiría en Oriente, Imperio que existiría otros mil años, hasta la conclusión de la Edad Media.

Dos imperios: imperio de oriente y occidente

La crisis del siglo III y las escisiones endémicas del Imperio en el siglo IV ya habían patentizado la decadencia Roma. Con el advenimiento del siglo V, las legiones, contrariamente a las especulaciones, todavía constituían una fuerza eficaz; no obstante, su exiguo número, consecuencia de desastres como el acaecido en Adrianópolis, impedían encarar las crecientes migraciones germánicas. Asimismo, los días de los grandes generales y emperadores se habían disipado, incluso la misma Roma había sido saqueada por monarcas como Alarico y Genserico. En el año 476 la decadencia de la ciudad del Tíber llegó a su clímax, pues Odoacro, presidiendo tropas «bárbaras» a las cuales Orestes había contratado para ayudarlo a destituir a Julio Nepote, se sublevaron por la negativa del romano a pagar su servicio. Así pues, Odoacro recibió el liderato de los amotinados y tras vencer en Rávena depuso al último emperador Rómulo Augústulo, primogénito de Orestes. Coincidentemente, su último emperador llevó los nombres del fundador legendario de la ciudad y del primer emperador en su historia.

El año en el que se produjo la caída de Roma es objeto de debate, pues se lo puede considerar en 476 debido a lo mencionado, pero, de igual manera, se acepta el 480, pues la muerte de Julio Nepote en aquel año también es un motivo acogido que se fundamenta en la legitimidad de este emperador en Occidente. Además, en los años posteriores a la deposición de Rómulo Augústulo, el mismo Odoacro emitió monedas con la imagen de Nepote, sin embargo, se trató de un ardid que tuvo como objetivo congraciarse con el Imperio romano de Oriente.

LA MATERIA DE LOS FILÓSOFOS ASIÁTICOS: BRAHMA Y TAO.

El espacio que separa las masas no puede ser la nada, pues a través de él se ejercen fuerzas a distancia. Recibimos la luz procedente del Sol, y la Luna eleva las aguas produciendo las mareas.

Como es natural, todos los espíritus estudiosos se han ocupado de esta acción a distancia. Lo mismo que en la historia de las ciencias y de las artes no faltan ejemplos de que los primeros hayan llegado más lejos que todos los sucesores (los pintores rupestres en el dibujo de animales, Homero en la épica, los presocráticos en la explicación de la naturaleza, Moisés en la ética social, los góticos en la construcción de catedrales), así jamás ha existido una teoría que reúna la ciencia y la ética como la filosofía de los antiguos indios. Schopenhauer calificó la traducción de las Upanishadas como el mayor acontecimiento intelectual del siglo XIX.

Los indios consideran que el mundo está lleno de una materia llamada Brahma. Ésta desempeña en el pensamiento indio el mismo papel todopoderoso que Dios en el Antiguo Testamento. Leed lo más bello que se ha escrito jamás sobre la esencia del mundo:

"Al principio no existía el Ser ni el No Ser. Todavía no existía el aire ni el cielo sobre él, ni el agua, la altura y la profundidad. No había ninguna diferencia entre el día y la noche, la muerte y la vida. Estaba oscuro y las sombras ocultaron el principio de la Creación. Sólo Uno estaba allí, fuera de él nada: Brahma. Pero todavía no poseía ningún movimiento. Tampoco estaban allí los dioses, pues no vinieron al mundo hasta más tarde. Por tanto, nadie conoce el principio de Brahma, ni siquiera los dioses, pues han sido los sabios los que han encontrado esta relación entre el Ser actual y el No Ser de otros tiempos".
¡Qué visión de la esencia de la ciencia: la ciencia es un invento de los sabios!

"Es invisible y, sin embargo, está en todas partes. La mano no puede cogerlo, pero él lo coge todo. No puede ser visto, pues de él procede la luz. No puede ser sentido, pues toda sensación procede de él. De él viene que el mundo es una creación aún incompleta, que tiende a su plenitud. El hombre es una parte de aquél y, como dicen los místicos, no debe caer por sus maldades en los brazos del Dios creador: así, no se debe perturbar el Tao, sino realizar la armonía con el hombre, la naturaleza y la divinidad por medio del trabajo y el orden".

En oposición al fatalismo indio, una concepción del mundo bella y positiva, ha dado al pueblo chino un impulso civilizador enérgico. La ciencia y la técnica alcanzaron entre los chinos en los siglos primitivos un nivel asombroso. Conocieron la electricidad por frotamiento y la fuerza del vapor, y viajaron con la brújula. Inventaron el papel, escribieron las obras más espirituales y discutieron en el más rico de los lenguajes. Sus conocidas virtudes: la afición al trabajo, el esmero en la ejecución de las tareas, la reglamentación rigurosa de la vida familiar, la afabilidad en el trato con los vecinos, la alegre afirmación de la vida y la sumisa conformidad con todos los golpes del destino, su aplicación en el arte y su familiaridad con las intimidades de la naturaleza, todo ello ha florecido a la luz de las enseñanzas del Tao.

La India y China demuestran la intensidad y la diversidad con que las concepciones científicas del Universo pueden influir sobre la conducta y el destino de naciones enteras.

ESCRITORES UNIVERSALES de 1850 a 1865

1850 - Robert L. Stevenson, (Robert Lewis Balfour), poeta, ensayista y novelista escocés, estudió derecho en la Universidad de Edimburgo, fue amigo íntimo de Henry James, "Príncipe Otto", "El señor Ballantrae", "La nuevas mil y una noches, su famosa novela de aventuras La isla del tesoro y Extraño caso del doctor Jekill y el señor Hyde; finalmente "Epistolario", un valioso retrato de su vida(+1894)

1851- Emilia Pardo Bazán, española, impulsora del naturalismo en España "Un viaje de novios", "La cuestión palpitante", "Los pazos de Ulloa", "La madre naturaleza", "Insolación", "Morriña". Durante tres años, de 1891 a 1893, publicó una revista mensual "Nuevo teatro crítico", de relatos, ensayos y reseñas de libros, en la que ella era la única redactora. Emilia Pardo mantuvo una incesante actividad pública de reivindicación del lugar de la mujer en la sociedad (+1921)

1852-Yizhok Leibush Peretz, nació en Polonia, fue un escritor prolífico de poemas, cuentos populares, narraciones humorís- ticas y satíricas, que empezó escribiendo en hebreo, pero pronto lo hizo solamente en yiddish, porque quería elevar este instrumento de comunicación en la diáspora judía. En su drama "La cadena dorada" enfatizó la unión secular de la cultura judía y, para animarlos hacia un conocimiento de los temas seculares, durante años, escribió artículos sobre física, química, economía y otros asuntos. La casa de Peretz en Varsovia era un lugar para escritores judíos jóvenes que lo llamaron "el padre de la moderna literatura yiddish. Durante los últimos diez años de su vida fue reconocido como líder del movimiento, contrario al sionismo, su objetivo era crear un sentido completo, cultural y forma de vida judía nacional para los que viven fuera de Israel teniendo el yiddish como su idioma.(+1915)

1852- ***Leopoldo Alas, español, por primera vez usó su famoso seudónimo Clarín para firmar "El solfeo", un artículo periodístico. Alas fue profesor de derecho romano en Oviedo y ahí escribió el primer tomo de su obra maestra La Regenta, pero Clarín no tuvo fama de novelista; su segunda y última novela "Su único hijo" lo mismo que la recopilación de su labor periodística en los varios volúmenes de "Doña Berta, Superchería y Cuervos y, además, el fracaso de "Teresa", su única obra teatral. Leopoldo Alas, Clarín, durante el siglo XIX fue un gran olvidado, pero La Regenta mantiene la inequívoca realidad de su narrativa y es como la conciencia sin paliativos de una de las más duras épocas de España (+1901)

1853 - José Martí, Poeta y ensayista, patriota que ha sido el mártir que pasó a ser el símbolo de Cuba en su lucha por independizarse de España. A los 15 años ya había publicado varios poemas y a los 16 fundó el periódico La Patria Libre "Versos libres" se basaban en el tema de la libertad. Son destacables sus ensayos sobre"Emerson","Walt Whitman","Nuestra América", "Bolívar" "Dentro del monstruo", escritos sobre Estados Unidos y el Imperialismo norteamericano" (+1895)

1856 - George Benard Shaw, escritor irlandés, autodidacta que se inició como periodista y fue el redactor del manifiesto de Fabian Society. Fue muy atacado y ganó celebridad por su agudeza crítica y por frases que han quedado como ejemplos "Mi peculiar estilo de humor es decir la verdad, lo cual constituye la mayor broma del mundo".Premio Nobel 1925,es el autor de "La profesión de la Señora Warren, Cándida, Pygmalion, La casa de los viudos, Hombre y Superhombre, El perfecto wagneriano, La quintaesencia del ibsenismo. (+1950)

- Oscar Wilde, escritor irlandés,partidario acérrimo del arte por el arte, fue uno de los máximos representantes del esteticismo. Por su condición de homosexual fue condenado a dos años de prisión por "ultraje a la moral".Murió en Francia. Autor de El príncipe feliz y otros cuentos, El retrato de Dorian Gray, La casa de las granadas, Salomé, El abanico de lady Windemere, La importancia de llamarse Ernesto, Balada de la cárcel de Reading, De Profundis (+1900).

1856 Selma Lagerlöf, sueca, Premio Nobel 1909, Lazos invisibles, La reina de Kunghalla, Jerusalén. (+1940)
1857 -Axel Munthe, francés, La historia de Saint Michel. Lo que no dije en Saint Michel.(+1949)- Joseph Conrad, escritor ruso, nacionalizado británico,The nigger of Narcissus, Juventud y otras dos historias, Nostromos, Algunas reminiscencias, Los ojos del Este, El agente secreto, La oportunidad, La victoria (+1924)

1859 - Knut Hamsun, noruego, Premio Nobel 1920. Victoria, Hambre, Pan, Tierra mayor, Niños, Vagabundo (+1940) - Arthur Conan Doyle, británico, Estudio en escarlata, inicia la serie de Sherlock Holmes. (+1930)

1860 Anton Chejov, ruso, La gaviota, Tío Vania, Las tres hermanas, Chaika, El Jardín de las Cerezas. (+1904)

1861 Rabindranath Tagore, hindú, Premio Nobel 1913, Manasi, Malini, Cuentos, El bote dorado, Cintia. (+1941)

1862 Johann Gerhart Hauptmann, alemán, Premio Nobel en 1912. Antes del atardecer, Los Weber, drama, La campana sumergida, La piel del castor, Las alegres travesuras de Till, El herético de Soana. (+1946)

1862 Maurice Maeterlinck, belga, Premio Nobel 1911. Creador del teatro simbolista, La princesa Malaine, Pélleas y Melisande, El pájaro azul, Vida de las abejas, Vida de las termitas, Vida de las hormigas, La inteligencia de las flores.(+1949)

1862 Ogai Mori, japonés, novelista y autor teatral que primero estudió medicina en Alemania. La bailarina, La familia Abe, Viatae sexualis, Incidente en Sakai, La oca salvaje y otras historias (+1922)

1863 Gabriele D'Anunzio, italiano, El placer, El intruso, Sueño de una mañana de primavera, La ciudad muerta, La Quimera,Francesca Rímini. (+1938)

1863 GeorgeSantayana, norteamericano, El santuario de la belleza, La vida de la razón, Sentido Común, Sociedad, Religión, Ciencias-, Escepticismo y fe animal, 4 volúmenes de Dominios del Ser, El último puritano (+1952)

1864 Miguel de Unamuno, español, En torno al casticismo, Agonía del cristianismo, Vida de Don Quijote y Sancho Panza, Niebla, Del sentimiento trágico de la vida, Abel Sánchez, 7 volúmenes de Ensayos. (+1936)

1865 Rudyard Kipling, británico, Premio Nobel 1907, Cuentos de la colina, La luz que se apaga, Libro de la selva, Capitán Coraje, Kim. (+1938)

1865 José Asunción Silva, colombiano, Nocturnos (+1896)