viernes, 10 de febrero de 2012

LA PREHISTORIA MADRILEÑA

Los primeros habitantes

Los primeros pobladores del territorio que hoy denominamos Comunidad de Madrid se instalaron en las terrazas de los ríos Jarama y Manzanares hace unos 370000 años. Aunque junto a estos ríos no se han encontrado restos humanos, se supone que los primeros habitantes de nuestra Comunidad eran homo erectus, por el tipo de utensilios que se han encontrado.

Hace unos 70000 años el hombre de Neandertal sustituyó al Homo erectus. Los principales yacimientos de este periodo se localizan en los actuales municipios de Rivas, Paracuellos y San Martín de la Vega.

El Homo sapiens sapiens apareció hace unos 30000 años. En esta época se realizaron las únicas muestras del arte rupestre madrileño en la cueva del Regatillo, en Patones.

Los restos prehistóricos más importantes pertenecen al Paleolítico y a la Edad de los Metales, mientras que se desconoce cómo fue el Neolítico en la región.

El Vaso Campaniforme de Ciempozuelos

En los primeros tiempos de la Edad de los Metales se desarrolló en Madrid la cultura del Vaso Campaniforme.

El origen de esta cultura es desconocido. Uno de los principales centros se situó en Ciempozuelos, donde se encontró una necrópolis formada por varias tumbas individuales.

En Ciempozuelos se encontraron restos de algunos esqueletos humanos y de un tesoro formado por un puñal triangular y un punzón, ambos de cobre, y once cerámicas de forma acampanada y decoradas con líneas grabadas.

Los pueblos del Vaso Campaniforme eran expertos en las artes metalúrgicas. Eran nómadas, pues se desplazaban de un sitio a otro buscando cobre y estaño. Por ello no se han encontrado restos de poblados fijos.

El uso del bronce

El yacimiento más importante de la edad de Bronce en la comunidad de Madrid es el de Perales del Río. En él se ha encontrado un auténtico poblado de cinco hectáreas de extensión, formado por unas quinientas cabañas.

Sus pobladores se dedicaban sobre todo a la ganadería, con especies como la cabra, la oveja, el cerdo y el caballo, y también a la agricultura, pues cultivaban cereales y alubias. Utilizaban unas cerámicas muy decoradas y tenían herramientas de bronce, entre las que se han encontrado numerosos punzones.

Los cazadores del Jarama

La mayor parte de los yacimientos paleolíticos madrileños son cazaderos, es decir, lugares en los que las tribus paleolíticas cazaban a los animales y realizaban las tareas de descuartizamiento y reparto del animal. Por ello, en los cazaderos no se encuentra ningún resto humano, mientras que son muy numerosos los huesos de animales, así como bifaces y otras herramientas de piedra.


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