La literatura es el conjunto de historias, de leyendas, de sucesos reales o imaginarios que se van transmitiendo de generación en generación y que van formando la memoria colectiva de un pueblo, de una cultura o de toda la Humanidad.
La literatura oral
Las obras literarias se transmitían, entonces y, en la actualidad, en forma de rumores, de viva voz: se contaba y se cantaba. Y el público (analfabeto, en aquellas épocas), sencillamente oía. Cada persona podía contarle a su familia, a sus amigos y vecinos, las historias que habían oído antes.
En el siglo XIV, la Peste Negra azotaba la ciudad de Florencia. Un grupo formado por diez jóvenes se retiró a una finca de los alrededores de la ciudad para escapar de la epidemia. Una vez a salvo, contaban diez historias distintas cada uno. Estas historias forman ahora el libro de El Decamerón.
No todas las historias son fáciles de contar. Y no todo el mundo las cuenta igual de bien. Por eso había personas especializadas en el arte de contar cuentos: los aedos en la Antigua Grecia (Un posible ejemplo podía ser Homero); los juglares en la Edad Media, etc.
Cantar
Además de contar y escuchar historias, durante siglos las personas que eran analfabetas han cantado canciones. Hay canciones en cada cultura y en cada época. Forman parte de la tradición de cada pueblo.
Representar
Esta variedad de la literatura se denomina teatro, una representación de una obra dialogada, donde intervienen los actores y un público que escucha la trama escénica.
La literatura escrita
La aparición de la escritura en el año 3300 a.c ha sido uno de los mejores inventos de la humanidad. Gracias a ella se transmiten conocimientos, las técnicas y las obras literarias a las personas que no conocemos y a las generaciones venideras.
Hoy en día las obras literarias se transmiten, sobre todo, en forma de libro; aunque podemos encontrarlas en formato Mp3 también. Pero no fue siempre así.
Los primeros textos estaban grabados en piedra o en tablillas de barro cocido. Gracias a esta forma de escritura se han conservado textos escritos en Mesopotamia hace más de cinco mil años. (Nota aparte: tras la invasión estadounidense de Irak en 2003, muchos de esos textos se han perdido para siempre)
En Egipto se utilizó para escribir el papiro, hecho de la corteza de una planta que crece en las orillas del Nilo. Los papiros se enrollaban, de modo que los libros se conservaban como rollos. Al no tener páginas, se desplegaba el papiro. Este material se utilizará hasta la Edad Media, donde fue sustituido por el pergamino.
El pergamino está realizado con piel de cordero, es mucho más duro que el papiro, dura más tiempo, pero, al no poder enrollarse, se encuadernaba en forma de libro, tal como hoy lo conocemos.
Estos libros son los códices. Son escritos a mano con pluma de ave y con tinta realizada por los propios copistas (de ahí, el nombre de manuscritos). Algunos estaban acompañados de miniaturas (dibujos realizados con polvo de minio) destinados a los poderosos.
Tras el invento de la imprenta por Gutemberg en el siglo XV, se sustituyó el pergamino por el papel, inventado por los chinos en el siglo I de nuestra era y traído a Europa gracias a Marco Polo.
La imprenta produjo la difusión de la lectura, al hacer libros más baratos que llegaban a más gente. La literatura actual es escrita y los oyentes se han convertido en lectores.
A pesar de las nuevas tecnologías y los avances, la literatura mantiene sus bases: arte de transmitir, oralmente o mediante la escritura, lenguaje con función estética.
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