Todos los años, al llegar el carnaval, fiesta que se conoce también como carnestolendas, ocurre los mismo.
Mis amigas y yo enumeramos todos los lugares donde nos gustaría ir a disfrazarnos. Araceli, que odia los viajes muy largos, siempre menciona Cádiz, Tenerife o Verín; yo: Venecia o Río de Janeiro; a las demás les da un poquito igual: a ellas lo que les gustaría es disfrazarse y gastar bromas sin que te conozcan : o sea, cumplir con el propósito y el sentido original de la fiesta.
Pero, año tras año, hacemos lo mismo. Nos quedamos en nuestra ciudad, nos conformamos con la fiesta del barrio y nos disfrazamos con los viejos disfraces de siempre.
Yo, de bruja; Araceli, de india; Carmen, de hada... y, como siempre, vamos vestidas de lo mismo.
Sin embargo, albergo la esperanza de que algún día sea diferente
viernes, 24 de febrero de 2023
jueves, 2 de febrero de 2023
LA IMPRENTA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
La libertad de expresión está íntimamente ligada a la invención de la imprenta y a la evolución de la historia, a través de distintos regímenes políticos. Por ello, se ha ejercido de forma distinta en la autocracia y en la democracia.
La libertad de expresión es una de las piezas fundamentales para construir una sociedad democrática. Tanto es así que los países recogen este derecho en sus constituciones (como por ejemplo, las enmiendas de Constitución estadounidense), asociándolo a la transmisión de una información veraz.
Los chinos fueron los primeros en lograr imprimir algunos textos, lo que ocurrió por el siglo II a.C. Pero, para llegar a este logro, ya disponían de papel, cuya técnica de manufactura dominaban muy bien, desde hacía muchas décadas; también, disponían de tinta, otro elemento esencial, que los chinos conocían ya hacía unos 25 siglos y, finalmente, sobresalían en el arte de hacer relieves. Esta técnica la empleaban utilizando mármol para escribir en relieve pensamientos budistas; las superficies se untaban con tinta y, los peregrinos, provistos de una hoja de papel, presionaban sobre el relieve para obtener una copia de lo escrito y de la misma manera y propósito, se hicieron sellos con frases o figuras religiosas. Pero, pronto surgió la necesidad de reemplazar tales materiales. Estos son los primeros pasos del arte de imprimir y hubo de transcurrir tiempo para que los signos de los textos se fabricaran en madera y separados unos de otros; pero el inconveniente surgía por el trabajo que demandaban y también por la dificultad de lograrlos idénticos. Pero fue un avance y hubo que esperar hasta el siglo XI para que el alquimista chino Pi Sheng concibiera la idea de disponer de tipos movibles capaces de soportar ser usados varias veces. Utilizó una amalgama de arcilla y cola, cocida al horno. Componía los textos juntando los tipos en una lámina de hierro, cubierta con una mezcla de resina, cera y cenizas de papel. Calentaba suavemente la lámina y, luego, la dejaba enfriar para que el tipo se solidificara.
En el año 1456, Guttenberg inventó la imprenta gracias al
creciente número de grupos humanistas que querían difundir sus ideas y a la
creciente demanda de material escrito por parte de la población. Sus
principales consecuencias fueron su propagación por las principales ciudades de
Europa, así como el aumento del número de libros publicados y, en consecuencia,
una reducción de costes al aumentar la oferta. También se crearon nuevos
oficios agrupados en gremios, como, por ejemplo, los libreros, los tipógrafos o
los banqueros.
Gutenberg concibió el arte de imprimir. Este era un concepto nuevo, porque ni en China, ni en otros países del Este, nunca se inventó esta manera de imprimir. A Gutenberg se le atribuyen ambos descubrimientos, aunque hubo disputas en su tiempo, porque no figuraba su firma al pie de las impresiones, como por ejemplo, en la impresión de las 42 líneas de la Biblia, en 1445 o del Calendario Astronómico de 1447-48. La disputa fue con Johanes Fust y el futuro yerno de éste, el calígrafo Peter Schöffer, se inició un obscuro asunto legal que perdió Gutenberg en 1455. En 1509, Schöffer declaró que la invención de la imprenta pertenecía solo a su padre y a su abuelo, y reclamaba sus derechos de herencia, pero lo cierto es que en 1505 él había escrito un prefacio en la edición de Livy, diciendo que "el admirable arte de la tipografía se debía al ingenio de Johannes Gutenberg, en Mainz en 1450." Texto que hacía imposible aceptar lo que asevera en su reclamo de herencia, porque Johan Fust, murió en 1466 y Peter Schöffer, en el 1502. De ahí que la historiografía atribuya el invento a Johannes Gutenberg. Para que la tipografía cumpliera su cometido, era indispensable el papel, material que solo conocían los chinos y el papel y el arte de fabricarlo llegó a Europa solo en el siglo XII, siguiendo la ruta de las caravanas de Asia Central que llevaban a los mercados de Samarkanda, centro del comercio del Este. Desde ahí pasó a todo el mundo árabe, como artículo de consumo y como también, se difundió la técnica de elaborar papel, estas fábricas proliferaron, sobre todo en España, por entonces, bajo el dominio árabe.
Los conocimientos documentales del género humano no estuvieron ya ocultos en las colecciones reales de manuscritos, sino que fueron accesibles en las bibliotecas para todos quienes supieran leer. Los folletos crearon y dieron expresión a la opinión pública. (La imprenta tuvo una gran participación en el éxito de la .revuelta de Martín Lutero contra el Papado, que, de otra forma. hubiera sido simplemente un litigio privado.) Y también ha sido la imprenta, como todos sabemos, uno de los instrumentos que han hecho de la Ciencia lo que es hoy. Esta herramienta indispón-sable entrañaba una vasta divulgación de ideas. Hasta entonces, la Ciencia había sido un asunto de comunicaciones personales entre unos cuantos aficionados; pero, desde aquellas fechas, un campo principalísimo de actividad que alistó cada vez más trabajadores, suscitó el ensayo crítico e inmediato de las teorías y abrió, sin cesar; nuevas fronteras.
La libertad de expresión es una de las piezas fundamentales para construir una sociedad democrática. Tanto es así que los países recogen este derecho en sus constituciones (como por ejemplo, las enmiendas de Constitución estadounidense), asociándolo a la transmisión de una información veraz.
La
comunicación ha sufrido una gran revolución tecnológica desde sus inicios hasta
la época actual: desde las primeras escrituras cuneiformes, pasando por la creación
de la escritura jeroglífica, el griego antiguo, el latín y la aparición de las
lenguas vernáculas en Europa tras la caída del Imperio Romano. Con la llegada
de la Alta Edad Media, la dominación cultural quedó en manos de la iglesia y,
con ella, el aprendizaje de la escritura en latín y en las distintas lenguas
que poblaban Europa. El monopolio cultural de la iglesia empezó a
resquebrajarse con la aparición de la imprenta, permitiendo una mayor difusión
de textos escritos que ya no trataban temas religiosos sino que abarcaban temas
económicos, políticos, culturales… que, poco a poco, se iban propagando a
través de la imprenta.
La Imprenta en China
Los chinos fueron los primeros en lograr imprimir algunos textos, lo que ocurrió por el siglo II a.C. Pero, para llegar a este logro, ya disponían de papel, cuya técnica de manufactura dominaban muy bien, desde hacía muchas décadas; también, disponían de tinta, otro elemento esencial, que los chinos conocían ya hacía unos 25 siglos y, finalmente, sobresalían en el arte de hacer relieves. Esta técnica la empleaban utilizando mármol para escribir en relieve pensamientos budistas; las superficies se untaban con tinta y, los peregrinos, provistos de una hoja de papel, presionaban sobre el relieve para obtener una copia de lo escrito y de la misma manera y propósito, se hicieron sellos con frases o figuras religiosas. Pero, pronto surgió la necesidad de reemplazar tales materiales. Estos son los primeros pasos del arte de imprimir y hubo de transcurrir tiempo para que los signos de los textos se fabricaran en madera y separados unos de otros; pero el inconveniente surgía por el trabajo que demandaban y también por la dificultad de lograrlos idénticos. Pero fue un avance y hubo que esperar hasta el siglo XI para que el alquimista chino Pi Sheng concibiera la idea de disponer de tipos movibles capaces de soportar ser usados varias veces. Utilizó una amalgama de arcilla y cola, cocida al horno. Componía los textos juntando los tipos en una lámina de hierro, cubierta con una mezcla de resina, cera y cenizas de papel. Calentaba suavemente la lámina y, luego, la dejaba enfriar para que el tipo se solidificara.
Los chinos necesitaban transmitir el legado de los emperadores y de sus religiones (el budismo y el confucionismo) a su población para justificar la estructura social, el machismo imperante del confucionismo y buscar un sentimiento de unidad de los diferentes reinos que existían en Oriente. Esta unificación política y cultural se cristalizaría con la llegada del emperador Shi Huang-di, el cual establecería una unificación económica y un nuevo sistema de escritura china, basado en un nuevo conjunto de caracteres (los sellos pequeños) desarrollando por Li Si, que se basaba en el conjunto de caracteres usados en el estado de Qin, convirtiéndolo en la escritura oficial del imperio, eliminando el resto de caligrafías de los reino chinos. Los edictos escritos con los nuevos caracteres fueron tallados en los muros de montañas sagradas por toda China, como propaganda política y también para propagar la nueva escritura entre el pueblo. Los medios de comunicación fueron controlados por el emperador para justificar y mantener la estructura social y las relaciones económicas feudales, por lo que, a diferencia de Europa, el lenguaje se convirtió en una herramienta de dominación cultural, añadiéndose a la dominación política garantizada por el ejército.
La imprenta en Europa
Las mejoras técnicas en la imprenta como el uso del papel, la separación de palabras o el tamaño de los libros atrajeron a un nuevo público que, gracias al desarrollo de las ciudades y las universidades, necesitaba nuevos documentos escritos. La progresiva alfabetización de la población y el desarrollo del comercio aumentó la demanda y la producción escrita.
Los conocimientos documentales del género humano no estuvieron ya ocultos en las colecciones reales de manuscritos, sino que fueron accesibles en las bibliotecas para todos quienes supieran leer. Los folletos crearon y dieron expresión a la opinión pública. (La imprenta tuvo una gran participación en el éxito de la .revuelta de Martín Lutero contra el Papado, que, de otra forma. hubiera sido simplemente un litigio privado.) Y también ha sido la imprenta, como todos sabemos, uno de los instrumentos que han hecho de la Ciencia lo que es hoy. Esta herramienta indispón-sable entrañaba una vasta divulgación de ideas. Hasta entonces, la Ciencia había sido un asunto de comunicaciones personales entre unos cuantos aficionados; pero, desde aquellas fechas, un campo principalísimo de actividad que alistó cada vez más trabajadores, suscitó el ensayo crítico e inmediato de las teorías y abrió, sin cesar; nuevas fronteras.
El aumento del número de lectores conllevó una transformación de la enseñanza
apareciendo los primeros libros de texto, la aparición de libros de cultura
general con fines comerciales, el aumento de la demanda conllevó una reducción
en los costes de producción y un fenómeno de globalización, al que se añadió la
censura de textos críticos (como el Lazarillo de Tormes o algunas obras de
Quevedo) desarrolló el arte del manuscrito, surgiendo así diarios, memorias,
confesiones, testamentos políticos y el desarrollo de la Prensa Libre, una
prensa crítica con la sociedad del momento.
La imprenta fue utilizada, también, como elemento de difusión de
la propaganda protestante distribuyendo
la obra de Martín Lutero, en la que criticaba la corrupción eclesiástica y
rompía con los dogmas católicos. La iglesia Católica también utilizó la
imprenta como elemento de propaganda de la Contrarreforma, creando manuales de
predicación y difundiendo sermones.
Puesto que el Estado controlaba la comunicación, surgieron
elemento como la censura, la afirmación de la existencia de una verdad única
(la del estado), la divinización del rey (en la que el absolutismo y la iglesia
católica serían una única fuente de poder) y nuevas formas de comunicación
entre el campesinado con la creación de bibliotecas itinerantes que tenían
libros con temática moralizante cuyo contenido era memorizado por la población.
Al final del siglo XVII aparecen las gacetas (primeros periódicos). La primera surge en Stuttgart y es editada por Johannes Carolus. Estas gacetas se empiezan a extender por el resto de Europa. En España nació la gaceta de Madrid, fundado en 1661 por Juan José de Austria. El primer texto que reclama esta libertad se produce en 1644 y es la Aeropagítica publicada por John Milton. En un primer momento no tuvo una gran trascendencia. Pero, lo que se entiende por ‘libertad de prensa’ empieza gestarse en Inglaterra, a finales del siglo XVII, con la revolución inglesa La Gloriosa en 1688, pero hasta 1695 no surge la libertad de prensa en este país. En 1695 se proclama y se aprueba por primera vez la libertad de imprenta y se elimina la censura previa en Inglaterra, pero no se quita la censura a posteriori, que se posiciona como el único periodismo libre de Europa. A principios del siglo XVIII (1702) aparece en Inglaterra el primer periódico diario en Londres, el Daily Courant. El siglo XVIII va a ser el siglo de la prensa inglesa, ya que era el único país donde había libertad.
El aumento de adquisición de libros y textos escritos (sobre todo, con el auge de la prensa escrita a partir del periodo de la ilustración en el siglo XVIII) por parte de la población, unido a una progresiva alfabetización de las clases populares, fue decisivo a la hora de crear revoluciones y cambios políticos y culturales en el mundo: los gobiernos podían ser revocados por la creciente opinión pública a través de revoluciones sangrientas o por la propia presión popular en regímenes democráticos; las ideas revolucionarias podían ser difundidas masivamente a través de panfletos fabricados en las imprentas, creando propaganda política.
La libertad de expresión forma parte del conjunto de derechos fundamentales reconocidos en las primeras declaraciones de derechos revolucionarias del siglo XVIII, es decir, constituye una de las primeras conquistas del constitucionalismo liberal. Gracias a la libertad de expresión se ha podido llegar a la libertad de prensa.
La
incorporación de la máquina de vapor de James Watt al arcaico sistema de
impresión aumentó el número de volúmenes publicados, reduciendo los costes de
producción y permitiendo que un mayor número de personas pudieran adquirir
libros al bajar los precios de estos.
La libertad de prensa ha tenido motivaciones diferentes en
cada país. Su recorrido en Europa y América fue diferente. La Revolución de
Nueva Inglaterra (América 1775-1783) y la Revolución Francesa (1789) fueron
decisivas, aunque ambas tuvieron una concepción distinta de la libertad de
prensa. Las 13 colonias de Nueva Inglaterra
en América aparecieron periódicos importantes en Boston, Pensilvania, etc., que
gozaban de libertad de prensa. La prensa cumple dos funciones: difundir la
ideología liberal por las colonias y agrupar a todos para cumplir el objetivo
de separarse de Inglaterra.
El siglo XVIII va a ser el siglo de la prensa inglesa, ya que era el único país e donde había libertad. Además, contaba con 13 colonias ubicadas en los territorios de Nueva Inglaterra, en Estados Unidos, donde la prensa tiene dos funciones:
- Difundir la idea liberal y el sentimiento revolucionario
- Aglutinar a todos en una causa común, contraria al Rey de Inglaterra
En Nueva Inglaterra se produce la revolución norteamericana
de 1776 en la que Benjamín Franklin se convierte en una figura importante. Es
en este punto donde arranca la difusión del liberalismo, primero en los EEUU
(13 años después sería en Francia, o sea Europa). Hay dos factores a tener en
cuenta derivados de la revolución.
- La libertad de imprenta: sustentada en dos textos fundamentales:
En Nueva Inglaterra:
- La declaración de Derechos de Virginia: El artículo 12 dice que la libertad de prensa no se puede limitar, sino sería considerado como un gobierno despótico.
- 1º Enmienda de la Constitución de Estados Unidos: no se puede negar la libertad de prensa.
- Declaración de Independencia.
En Francia:
- La declaración de derechos del hombre y del ciudadano: todo ciudadano puede hablar, publicar y escribir libremente respetando las limitaciones de la ley. Hay una proliferación de los derechos reguladores de imprenta. En Europa, el desarrollo de la prensa está relacionada con esas limitaciones legislativas.
El siglo XIX es el siglo de la irrupción de la prensa de masas
Para que esta difusión masiva de la prensa se produzca han de darse dos factores para la expansión de la prensa de masas:
- Que la ley esté clara y sea estable
- Que el periódico sea barato, y no suponga para una gran masa de la población un gasto que le prive de cosas fundamentales.
Si se cumplen estos factores, se cimentarán las bases para que se desarrolle la prensa de masas. El primer país donde esto se produce va a ser Estados Unidos.
En este sentido encontramos dos realidades. Primero, una cada vez mayor difusión de la prensa por lo tanto un peso cada vez mayor del peso de la opinión pública movilizada e influenciada por unos periódicos que cada vez se leen más y, por tanto, cada vez influyen más en la opinión. Esto es efecto del desarrollo del liberalismo. Y, segundo, el liberalismo también trae de la mano la proclamación de derechos y libertades, entre ellas las libertades de asociación, de reunión, de manifestación, de expresión, etc… En consecuencia, puede –y de hecho es así- amplios sectores de la población que tal vez no puedan votar (por las limitaciones impuestas por el sufragio censitario), pero sí pueden expresarse, reclamar cosas, asociarse para reclamarlas… y esos sectores que –por el sufragio censitario- aún no votan, SÍ reclaman ese derecho de voto (que es un derecho de participación en la vida política, en la gestión del poder). Y los que se asocian para esa reivindicación son fundamentalmente los obreros, el movimiento obrero al que el estado liberal burgués ha excluido del voto por no alcanzar el nivel mínimo de renta (riqueza) exigido. Y ese estado liberal, para evitar que esos amplios sectores de población (los obreros y capas populares urbanas) le hagan una revolución con la que amenazan, les van ampliando cada vez más el derecho de sufragio; con lo cual, el sufragio censitarios se va acercando progresivamente al sufragio universal por presión de ese movimiento obrero.
Por tanto… El movimiento obrero tuvo mucha importancia en el desarrollo de la prensa porque El sufragio universal introduce a las masas obreras en la política. Eso supone que esos obreros, es decir, esa mayoría de la población, que son las masas, que ahora SÍ puede votar y, por tanto, SÍ tiene derechos políticos, exige que le informen de la realidad que le rodea, de las propuestas u opciones políticas que se postulan para tratar de acceder al poder para gobernar a través de unas elecciones en las que ya votan todos sin restricción (sufragio universal). En consecuencia, reclama el derecho a ser informado. Entonces, lo principal ya NO es la libertad de imprenta, o sea, la libertad del informador para escribir y publicar lo que quiera, sino que sobre este prima el derecho que tiene el informado (el lector) de ser informado VERAZMENTE para acceder a un mejor conocimiento de la realidad y, por tanto, que a la hora de elegir (votar), su decisión sea la más acertada porque , gracias a la prensa que satisface ese derecho a la información, conocerá bien la realidad y será más libre, su decisión (voto) será más acertado.
En suma… Después del liberalismo llegaría la democracia, en donde los derechos se amplían, como por ejemplo el derecho a la información. El derecho de información se hace más importante que el derecho de imprenta, radica en el receptor y obliga al periodista a informar con veracidad. Además, se empieza a considerar los gustos del lector.
El mundo en este periodo está fuertemente ideologizado, ya que la derecha cada vez se hace menos liberal, y demócrata, al igual que la izquierda, que aunque defiende la democracia también teme la reacción de las masas. La I Guerra Mundial supone el problema más grande de la época, porque rompe los cimientos sobre los que se habían asentado los principios liberales. Creen que el excesivo liberalismo ha otorgado demasiado poder a las sociedades que lo han impuesto sobre los estados por lo tanto, en ese conjunto de libertades propias de un estado liberal, también la libertad de información ha tenido mucha influencia en el estallido de la guerra.
Tras esto, se puesto por llevar a cabo un modelo intervencionista como el que proponía Keynes. Se desarrolla el modelo informativo occidental por el que se va a llevar a cabo un mayor control de las agencias. No se censuraba la información pero sí se controlaba el mensaje, por lo tanto había una falsa libertad. Se diseña un modelo con tres etapas:
- Control de la información: los comunicados de las agencias.
- Valoración y/o evaluación de esa información suministrada por parte del periódico, que le otorga más o menos relevancia.
- Proporcionar imágenes, a través de los noticiarios, a esas informaciones
Aparte de esto se desarrollaron otras dos prácticas: primero las “recomendaciones”, que eran veladas amenazas a los informadores llamando a su prudencia para no desestabilizar. Segundo, la elaboración y aprobación de leyes que, debido a la carestía/crisis del papel, establecen ayudas/subvenciones de los gobiernos a los periódicos para que estos no se hundan y pretextan que lo hacen para preservar el derecho a la información porque garantizan la pluralidad de cabeceras y, por tanto, de planteamientos ideológicos.
Por otro lado, la libertad de imprenta y el derecho a la información, después de la I Guerra Mundial, se ven amenazadas e incluso retroceden porque aparecen dos nuevas realidades: La Revolución y el Comunismo que postula una ideología autoritaria y antiliberal, y, por otro lado, la respuesta anticomunista y también antiliberal que conduce a la caída de los pocos estados liberales que quedaban el periodo de entreguerras; con lo cual ya en los años treinta apenas quedaban espacios de libertad para la prensa en Europa. Fue una época en la que la sociedad se veía envuelta en tremendos altibajos, ya que o bien disfrutaba de los felices años 20 o por el contrario era golpeada por la crisis del 29. Todos estos aspectos también se reflejan en la prensa. Se incrementa el coste de la prensa, unido a las caídas en publicidad y una nueva reducción en la libertad de prensa. Se producen la caída de numerosas cabeceras y se vuelve a optar por el sensacionalismo y la agrupación empresarial.
Un factor fundamental de este periodo es la aparición del cine. Existe una necesidad de ilustrar la verdad con imágenes. El cine aporta credibilidad, destacando el noticiario, género por antonomasia, que muere con la aparición de la televisión. Pasa por varias etapas, y marcado por la irrupción de la propaganda, lo que le quitaba credibilidad. También muchos cineastas colaboraron en ambos lados de la II Guerra Mundial, también origen de la propaganda.
Con el fin de la II Guerra Mundial, se vuelve a apostar por fortalecer la idea de democracia en los medios de comunicación, que sobre todo servían a occidente, exaltando la defensa de los derechos humanos. Volvemos a una etapa en la que se produce un nuevo avance tecnológico muy importante, y también en comunicación. Los medios de comunicación adoptan una postura integradora. Podemos dividir en los bloques los modelos informativos de esta época:
- Bloque occidental: La información va a ser considerada como un servicio público, y por tanto se garantiza la misma. Por tanto se instaura un pluralismo informativo, aunque seguían siendo reacios a que según que ideologías apareciesen en los medios
- Bloque soviético: La información se concibe como un elemento más al servicio del estado. Escasa credibilidad hasta que los medios empiezan a hacerse eco de lo que ocurre en occidente, lo que permite liberalizar más la prensa y posibilita la caída del muro de Berlín.
Uno de
los casos más relevante del uso propagandístico de la imprenta y de su
influencia en el mundo y las masas son las publicaciones de Lenin anteriores a
la Revolución Rusa, en las que explicaba la doctrina de Karl Marx y su
socialismo científico, adoctrinando a las masas de obreros, soldados y
campesinos rusos, sembrando en ellos las semillas de la revolución para
derrocar al imperio zarista de Nicolás
II y asentar las bases del primer estado
socialista. En palabras del propio Lenin:
La libertad de prensa
es también una de las principales consignas de la democracia pura. Los obreros
saben bien, y los socialistas de todos los países lo han reconocido muchas,
pero muchas veces, que esta libertad es
una mentira, mientras las mejores imprentas y los más importantes depósitos de
papel se encuentren en manos de los capitalistas y mientras subsista la
dominación del capital sobre la prensa, dominación que se afianza en el
mundo entero de la manera más escandalosa, brutal y cínica, a medida que la
democracia y el régimen republicano están más desarrollados como por ejemplo en
América…(Lenin: Tesis e informe sobre la democracia burguesa y la dictadura
del proletariado, presentados en el 1°congreso de la internacional comunista,
el 4 de marzo de 1919)