miércoles, 19 de julio de 2017

VLADIMIR MAIAKOVSKI

El hombre tiene unas necesidades expresivas y comunicativas y uno de los vehículos que utiliza para satisfacerlas es el lenguaje (también los gestos, las imágenes, etc.). A través del discurso lingüístico, el hombre 1) expresa su manera de percibir las cosas (sus sentimientos, sus conocimientos, etc.) y 2) pretende producir un determinado efecto en el receptor (enseñar, emocionar, persuadir, entretener, etc.).

Vincular el arte y la estética a la lucha política ha sido, es y probablemente será un problema complejo. El intento de abandonar posturas simplificadoras no implica desconocer la capacidad crítica del arte, su potencial transformador y sus aportes a las distintas luchas. En una sociedad alienada, el arte debe poder recuperar su lugar crítico y sus posibilidades de imaginar un mundo distinto, a partir de su capacidad de desnaturalizar las relaciones sociales del capitalismo.



Vladimir Maiakoski

Vladimir Vladimirovitch Maiakovski nació en 1893 en la localidad georgiana de Baghdati, en el Imperio Ruso, en el seno de una familia modesta. Huérfano a los doce años, se instaló en Moscú en 1906 donde pronto se adhirió al partido bolchevique. Ya de joven fue arrestado tres veces por conspiración contra el régimen zarista.

Estudió a partir de 1911 en la Escuela de pintura, escultura y arquitectura de Moscú, de la que fue expulsado en 1914 por sus actividades políticas, al mismo tiempo que comenzaba su carrera literaria con una tragedia provocadora y mal recibida. Rápidamente se convierte en uno de los cabecillas del movimiento futurista ruso junto con Alexander Blok y Velimir Jlébnikov. El primer manifiesto del grupo, La bofetada al gusto del público, data de 1912, cuando Maiakovski solo tiene 19 años. Dentro de este estilo poético publica La flauta de las vértebras y La nube en pantalones en 1915, obra, esta última, fruto de su tormentosa relación con Lili Brik, esposa de un editor amigo del poeta. Esta relación amorosa compleja y problemática marcará casi toda su vida. Por esos mismo años junto con Sergio Tretiakov funda el periódico LEF, que influirá en toda una generación de escritores revolucionarios.

Poeta soviético. De origen humilde, su militancia en el Partido Bolchevique le causó numerosos problemas con las autoridades de Moscú, donde su familia se había trasladado. En 1911 se unió a los primeros futuristas y participó en la redacción del primer manifiesto futurista ruso.

Su odio visceral al universo burgués y su combativo espíritu revolucionario se reflejan ya en sus primeras obras: La bofetada a gusto del público y la tragedia Vladimir Maiakovski (1913). En 1915 publicó el libro de poemas La nube con pantalón y un año después, La flauta-columna vertebral. Del mismo año que la Revolución Rusa son las premoniciones de El hombre (1917), en la que colaboró redactando eslóganes revolucionarios.

En los años 20, Maïakovski se dedicó a promocionar por el mundo la Revolución rusa. En ese periodo creó elementos prácticos de propaganda, como carteles, afiches y argumentos para películas. Fue, además, uno de los editores de la revista LEF (Levy Front Iskusstv o Frente de Izquierda de las Artes), revista donde trató de congregar toda la vanguardia artística soviética. Exaltación de la figura de Lenin es el poema V. I. Lenin (1923-1924), y los éxitos de la URSS son cantados por el poeta en obras como Octubre (1927) y ¡Bien! (1927).

Entre los años 1923 y 1925, Maïakovski junto a Aleksandr Ródchenko fundaron lo que hoy sería una agencia de publicidad, llamada Maïakovski-Ródchenko Advertising-Constructor. Crearon más de 150 piezas publicitarias, packaging y diseños.

El estilo de Maïakovski 

Formalmente considerada, la poesía de Maiakovski se encuentra encuadrada dentro de la tónica general de la poesía europea de los años que precedieron y siguieron a la primera guerra imperialista. Marinetti, con su célebre manifiesto, no había hecho otra cosa que concretar un vago deseo subconsciente de los poetas que les impulsaba a librarse de toda vieja fórmula académica, a conseguir una poesía nueva, una poesía que expresase en su forma externa los inquietantes momentos que el mundo atravesaba. Cesar en la imitación servil a la naturaleza, dominar y no ser dominados por el idioma. Dislocar los conceptos, las imágenes y las palabras, del mismo modo que Picasso y los pintores futuristas descomponían las formas de la naturaleza haciéndolas estallar en una explosión de color.

Entre sus composiciones poéticas más importantes destaca Lenin, escrito en 1924 y leído públicamente por él en la Sala Roja del Comité de Moscú del Partido el 21 de octubre.

Maiakovski definió la poesía como un camino hacia el socialismo. Se consideraba un ser vivo que habla a otra gente viva. Una de sus mayores preocupaciones fue alcanzar un intenso grado de comunicación con las demás personas. Comunicación viva que hace de su poesía un arte declamatorio. Que le induce a recorrer toda Rusia, año tras año, en interminables giras de recitales poéticos. Que convierten su figura en algo semejante a los antiguos rapsodas.

Maiakovski mantuvo una personal relación con los miembros de la escuela formalista rusa, tan reactualizada por el estructuralismo. Relación que influye más o menos conscientemente en la redacción de su poesía, atenta a la construcción misma de la palabra, a las características morfológicas del idioma, al juego de prefijos y sufijos, a la ordenación fonética y a la trama de relaciones que constituyen la palabra y el período verbal. La consonancia de las últimas palabras, la rima, no es más que uno de los innumerables medios de relacionar las líneas; por lo demás, uno de los más simples y rudimentarios. Se puede rimar el principio de las líneas, se puede hacer rimar el final de la primera línea con el principio de la segunda, e incluso con las primeras palabras de la tercera y de la cuarta.



Los temas con los que Maiakovski se enfrenta en sus poemas son múltiples y, a veces, contradictorios. En primer lugar, el del amor, y junto a él el de los celos y el suicidio. El amor, el dolor y la muerte unidos, como suelen estar siempre en la naturaleza y en la vida de los hombres. Junto a los poemas de amor, los de combate, bruscos, agresivos, sin ninguna concesión a la retórica, y al lado de éstos, sus poemas satíricos, en los que se enfrenta abiertamente con los que no comparten sus sueños de futuro y pretende destruirlos por medio de los dardos envenenados de su sangrante humorismo. Formalmente quedan las consignas, de tipo político o comercial, concisos y acerados.

La poesía es comunicación

La poesía es una búsqueda confidencial de identificación sentimental con los lectores y los oyentes. El texto poético es un fundamentalmente un diálogo: Busca una comunicación con el otro. El poeta ha de salir de su prisión para transformar su texto subjetivo en un texto objetivo que transmita por si mismo la veracidad y autenticidad de esa vivencia personal para que pueda ser experimentada en los receptores.

El poeta actúa como mediador al transmitir su experiencia personal mediante palabras, ritmos, imágenes, tonos y estados emocionales.

La poesía establece más lazos comunicativos y más variados con el lector que ningún otro género literario: es sintomático y prueba de ello es el uso del tú como desdoblamiento del yo lírico (autodiálogo) o como referente personal ( lector explícito) con el que se establece una relación de implicación directa. Lo mismo ocurre con el "os" y el "vosotros" al igual que el "nos" y el "nosotros" mediante los cuales el yo del poeta se desindividualiza.

El poeta quiere llevar a los otros una vivencia lo más semejante a la suya; por lo teno, el lector y los oyentes deben "dejarse llevar": deben implicarse íntimamente, romper su aislamiento para poder sentir nuevas vivencias y nuevas emociones.


viernes, 14 de julio de 2017

JACINTO BENAVENTE

El Teatro Español no tiene otra figura comparable a Be­navente durante la primera mitad del siglo XX, con dos excepciones: Pérez Galdós, que era eminentemente un nove­lista, y García Lorca, sobre todo un poeta lírico. Jacinto Be­navente domina la escena hispana desde que estrena en 1907 Los intereses creados hasta el día mismo de su muerte. El nom­bre de Benavente en la cartelera de un teatro significó en Es­paña y en toda la América española la máxima garantía de éxito y de categoría dramática, en contraste con la mediocridad de la restante producción española -aparte algunas obras de los hermanos Álvarez Quintero y de Arniches-, que derivó en forma alarmante hacia el "astrakán", deformación payasesca del género cómico, en que reinó Muñoz Seca.

La obra más simple de Benavente contenía siempre un diá­logo ingenioso, personajes bien delineados y una innegable dig­nidad literaria. Era un verdadero maestro de la construcción teatral hasta el punto de que muchas de sus comedias, com­puestas a la diabla para proveer a numerosas compañías que lo apremiaban de modo constante, no son más que una lucida esgrima de agudezas entre personajes que sólo se sostienen por la extrema habilidad de su manipulador. A la larga, en la ingente producción benaventiana prevalecerá este tipo de co­media improvisada por un cerebro excepcionalmente dotado para la creación teatral. Por esto, se le ha comparado muchas veces con la del gran Lope de Vega, agobiado también por los cómicos de su tiempo con peticiones de comedias que en oca­siones satisfacía con obras que, en menos de horas veinticuatro, pasaron de las musas al teatro.

Benavente ha puesto en boca de sus personajes justificaciones a esa labor a marchas forzadas que no permite la debida concentración; así, en La noche del sábado oímos decir a su protagonista: "Un gran ideal, sólo desmenuzado en migajas puede lograrse. De aquel bloque mismo de mármol de Carrara, en que debí esculpir mi obra soñada, labré esas mil figurillas que habéis visto en exposiciones y escaparates, primero, después en saloncitos y boudoirs elegantes; eran lindas y graciosas, pero en vez de crear una sola obra gigantesca en una llamarada de una llamarada de inspiración ... ¡Y pensarán que así realizo mi ideal artístico ¡Y por mis obras juzgarán mi espiritualidad! ..
Amarga deducción que coincide con aquellas consideraciones un tanto cínicas de Lope de Vega en su Arte nueva de hacer comedias:
Pues como las paga el vulgo, es justo
hablarle en necio para darle gusto ...

Estilo teatral

Benavente es considerado el renovador del teatro español debido a su llamada comedia de costumbres. Gracias a su lenguaje renovador, brillo en sus diálogos, variedad de personajes y mayor ritmo en la trama consiguió dar un salto con respecto al antiguo teatro melodramático

El estilo de Benavente revolucionó la forma teatral española, oponiendo la sencillez y la naturalidad en los temas y diálogos al énfasis y a los convencionalismos de los demás autores de fines de siglo XIX. Le costó no poco a Benavente desplazar del gusto del público las grandes tiradas de versos, escasamente poéticos, y las rebus­cadas situaciones melodramáticas de aquellos autores para plan­tear sencillos conflictos entre la aristocracia o la clase media española. Satirizó en casi todas sus comedias a esa aristocracia y a esa clase media, cuando ésta se sale de sus casillas, sin perdonarle pullas a políticos, militares, jueces y hasta a eclesiásticos.

Su ironía tiene algunos puntos de contacto con la de Ber­nard Shaw -sin llegar a la acritud del irlandés- y provocó siempre grandes explosiones en el público, jubilosas las más de ellas, como aquella ocasión en que lo llevaron en hombros des­de el teatro a su casa tras el estreno de La ciudad alegre y confiada. Lo que originó, dada su enorme popularidad, que algunos gobiernos prohibiesen sus obras (Para el cielo y los altares, durante la dictadura de Primo de Rivera) o la suspensión de toda su producción durante el año 1946. Benavente fue siempre un inconforme, sin llegar a ser un rebelde, porque aceptó de buen grado los homenajes oficiales tributados por no importa qué régimen, incluso en épocas de gran agitación po­lítica, sin adscribirse jamás a una determinada ideología.

Las concesiones que hubo de hacer en sus comedias y que tanto le censuraron los intelectuales estaban determinadas por el ambiente demasiado restringido de la escena española con respecto, por ejemplo, al resto de la Europa occidental, lo que inspiró a Ramón Pérez de Ayala aquella acerba crítica del tea­tro benaventiano en su famoso ensayo titulado Las máscaras. Benavente replicó a esta actitud con sus también conocidísimas palabras: "El teatro es por su historia, por su origen, un género literario que solo en el pueblo halla su propio ambiente. El teatro para eruditos, para intelectuales, no tiene razón de ser. La obra dramática en estas condiciones será demasiado libro para el teatro y demasiado teatro para el libro"

El prestigio y la fecundidad de Benavente, nacido en Madrid el 12 de Agosto de 1886, incluso en los últimos años de su prolongada existencia, fueron tan formida­bles que resistió sin ceder todos los embates de las nuevas co­rrientes teatrales. Para las nuevas generaciones, el viejo maestro, que había sido en su momento un revolucionario de la escena, estaba ya anticuado, era una gloriosa supervivencia de un estilo condenado a desaparecer. Sin embargo, en el teatro español no ha surgido todavía un nuevo estilo ni una figura en la que pudieran depositarse las esperanzas de un heredero del puesto dejado vacante por Jacinto Benavente.

BIBLIOGRAFÍA

El nido ajeno (1894)
Rosas de otoño (1905)
Los intereses creados (1907)
Señora ama (1908)
El nietecito (1910)
La malquerida (1913)
La ciudad alegre y confiada (1916)
Campo de armiño (1916)
Lecciones de buen amor (1924)
La mariposa que voló sobre el mar (1926)
Pepa Doncel (1928)
Vidas cruzadas (1929)
Aves y pájaros (1940
La honradez de la cerradura (1942)
La infanzona (1945)
Titania (1946)
La infanzona (1947)
Abdicación (1948)
Ha llegado Don Juan (1952)
El alfiler en la boca (1954)

Versos (1893)
Cartas de mujeres (1893)
Pensamientos (1931)
Acotaciones (1914)
Crónicas y diálogos (1916)

Jacinto Benavente

miércoles, 12 de julio de 2017

PABLO NERUDA

El joven Ricardo Elecier Neftalí Reyes Basoalto, mencionado al hablar de Gabriela Mistral, también hizo célebre su seudónimo,- Pablo Neruda- y él, también fue galardonado, en 1971, por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Literatura. 

Neruda había nacido en Parral, en la región del Maule al sur de Santiago Su padre, un trabajador ferroviario fue trasladado a Temuco en el sur-sur del país.; paisaje grabado permanente en el alma del poeta. Su padre, viudo, contrajo matrimonio con Trinidad Candia Marverde (que es la "madre" que está presente en muchos poemas de Neruda). 


Sus primeros versos los publicó en revistas como "Correhuela" o "Revista Austral". Al terminar sus estudios y rendir bachillerato, conoció a Gabriela Mistral, buena consejera, que le hizo leer a los escritores rusos; por esos años, el poeta adoptó su seudónimo. En 1921 y hasta 1927, residió en Santiago En 1923 publicó "Crepusculario", luego apareció "El hondero entusiasta" - libro del que destruyó muchos poemas-. Y en 1924, saltó a la fama, con su tercer libro "Veinte poemas de amor y una canción desesperada". Siguieron "Tentativa del hombre infinito" y "Anillos", en 1926. Al año siguiente fue nombrado cónsul en Rangún y casó con una holandesa de sangre malaya - María Antonieta Agenaar. En 1932 regresó a Chile, preparó la edición definitiva de "Veinte poemas" y también del libro rescatado "El hondero entusiasta" En abril de 1933 reunió sus poemas escritos desde 1925 a 1931 y los tituló "Residencia en la tierra".

Nombrado cónsul en Buenos Aires, conoció a García Lorca; .en 1934 lo destinaron a Barcelona y al año siguiente a Madrid, donde participó plenamente con la generación del 27, especialmente, con una estrecha amistad con Rafael Alberti.

Tomó partido durante la Guerra Civil , participando en diversas actividades; naturalmente, esta actitud lo convirtió en persona incómoda y, por eso, fue llamado por el gobierno chileno. Entonces, en 1937, publicó "España en el corazón", y el gobierno del Frente Popular fue nombrado cónsul en París para ocuparse de los refugiados republicanos . Durante la Guerra Civil los milicianos del frente del Ebro fabricaron el papel y reimprimieron España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra (1936-1937), donde Pablo Neruda funde historia y poesía en la denuncia de la barbarie como muestra en el desgarrador poema Explico algunas cosas: “Y por las calles la sangre de los niños/corría, simplemente como sangre de los niños”.

El nudo social y político se certifica en el episodio del carguero Winnipeg. Ya con la guerra sentenciada, en agosto de 1939 el poeta convence al gobierno de Chile para acoger a 2.000 refugiados republicanos, mujeres, hombres y niños, que partirán desde Francia en el vetusto barco rumbo a Valparaíso donde arrancarán una nueva vida.

Neruda publicó "Las furias y las penas"y "Chile os acoge", escritos para los más de 2.000 republicanos que viajaban en el "Winnipeg", barco que contrató para salvar a los españoles , rescatándolos de las prisiones y del abandono. Entonces su literatura entró de lleno en lo social y político, como lo demuestra su enorme "Canto General", que contenía Un canto para Bolívar, El canto de amor a Stalingrado Las alturas de Macchu Picchu.y Que despierte el leñador, obra escrita en 1950. También hay que mencionar que, en 1952, casi anónimamente, apareció en Nápoles, su libro "Los versos del capitán", que ha tenido varias interpretaciones de la ida sentimental del poeta.

En 1945 fue elegido senador por el Partido Comunista. 


Neruda había conocido a la argentina Delia del Carril., con ella vivió hasta 1955., fecha en que se separó de la artista argentina,, porque su vida, desde entonces, se unió a la tercera mujer que había conquistado su amor, Matilde Urrutia. Pero no por eso había dejado de publicar y de esa época pueden mencionase "Extravagario", "Las uvas y el viento", "Odas elementales", "Nuevas odas elementales", "Tercer libro de odas elementales," "Cien sonetos de amor" - dedicados a Matilde -,"Canción de gesta", "Navegaciones y regresos", "Las piedras de Chile, "Cantos ceremoniales" y  "Plenos poderes" y "Memorial de Isla Negra".También Neruda escribió para teatro. "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta" que obtuvo el premio Viarieggo -Versilia, de Italia 


El gobierno de Salvador Allende en 1971 lo nombró embajador de Chile en Francia y la Unesco.

Ahí escribió "La espada encendida" y "Las piedras del cielo".


Por último, con carácter póstumo, se han publicado "Confieso que he vivido"- que completa las memorias esbozadas anteriormente-, "El mar y las campanas", "Jardín de Invierno", "El corazón amarillo", "El río invisible" y "El fin del viaje"

El hallazgo de la bacteria botulinica en los restos de Pablo Neruda, y el dictamen  de los expertos forenses, chilenos, canadienses y daneses, permite decir, tal y como han informado, que su muerte se debió a un envenenamiento con dicha bacteria. Una bacteria mortal si no se detecta en un plazo de dos o tres horas desde la contaminación. La familia , encabezada por su sobrino Rodolfo Reyes, siempre sospechó que su fallecimiento se debía a un asesinato y no a una evolución repentina y fatal del cáncer de próstata del que era tratado desde 1969, y por eso no ha descansado hasta conseguir un estudio riguroso.

Como tú, querido Ricardo confieso que he vivido
y si vuelvo a vivir será de la misma manera
aceptando lo que fui, seré y lo que he sido
aun cortando las flores, no acabaron con la primavera

Con la palabra como arma que toma partido
con veinte poemas de amor y una canción desesperada
admito que lo que fui y lo que he sido
y lo asumo ante el mundo y mis camaradas

aunque escriba los versos más tristes bajo la noche estrellada
entre Chile y España, dos lugares en mi memoria y en mi corazón
sigo pidiendo castigo a aquellos que mi patria traicionaron

y que acudan a mis venas y a mi boca aquellas personas perseguidas y torturadas
que hablen por mis palabras y mi sangre los muertos del dictador Pinochet felón
siempre recordados, siempre en la memoria, vuestros hijos nunca os olvidaron