Mad Max: The Fury Road no es una secuela sino un homenaje al
clásico del cine distópico, repleto de guiños hacia la primera versión.
MAD MAX: LA CRÍTICA AL CAPITALISMO
La acción se sitúa en una ciudadela poblada de hombres y
mujeres apodados "media vida" por las secuelas sufridas por la radiación
de las guerras nucleares que derrumbaron a la humanidad, gobernada por un
caudillo militar apodado "Imnortan Joe" que controla los escasos
recursos como el agua, el combustible y la leche materna.
Mad Max: Fury Road es la redefinición del imaginario de
Miller para el fin del mundo, una suerte de capitalismo gore con soldados
leucémicos kamikazes, prisioneros que se inyectan en vena y ninfas del desierto
con cinturones de castidad dentados al son de una endemoniada banda de tambores
acompañados de un ciego guitarrista con lanzallamas.
La imagen del capitalista, ridiculizada en un obeso acaparador
de combustible con elefantiasis -que a bordo de un camión carrozado con una
limusina Mercedes Benz desentona vestido de ejecutivo y piercings en sus
pezones- completan a ese mundo como un espejo deforme de la actualidad, donde
la transformación de la sociedad sobre la base social de los explotados se
presenta hasta en las más adversas condiciones.
El agua como base de la dominación
Durante el siglo XX, la población del planeta Tierra ha aumentado en casi un 400%. El costo de tener agua lista para el consumo en nuestros hogares es muy alto, debido a que el planeta tiene sólo alrededor del 3% del agua dulce y no toda el agua puede ser utilizada por el hombre, ya que gran parte se encuentra en glaciares e icebergs. Otra razón por la que el agua es un recurso limitado es su mala distribución en todo el mundo. Hay lugares con una escasez del producto y otros en los que aparece en abundancia. Con el rápido desarrollo de la tecnología, el hombre empezó a interferir con la agresividad en la naturaleza. Para construir una represa, desvía el curso de los ríos, mantiene una cantidad elevada de agua e interfiere en la temperatura, en la humedad, en la vegetación, en la vida animal y en las personas que viven en las proximidades.
Mad Max y el feminismo
Si bien el patriarcado surgió mucho antes que apareciera el capitalismo, es precisamente con la aparición del último donde se refuerza y profundiza la división sexual del trabajo: el trabajo para el mantenimiento de la vida (trabajo reproductivo o del cuidado) atribuido a las mujeres, y el trabajo para la producción de los medios de vida atribuido a los hombres. Cuando aparece la producción excedentaria surge la necesidad de la acumulación de la riqueza y la división del trabajo en la familia sirvió de base para distribuir la propiedad entre hombre y mujer, como sostiene Engels “el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia; y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino” .
El mensaje de Mad Max
Cuando el deterioro de una situación es gradual, podemos aceptar nuestra propia destrucción como algo inevitable, las malas costumbres son las mas difíciles de cambiar. El capitalismo intenta convertir en oro, esa materia brillante y muerta, todo lo que toca y llevarlo a los bancos. Pero eso no tiene sentido. No puede durar, es cuestión de tiempo.
¿Cuál es el sueño dominante de nuestro paradigma civilizatorio que colocó el mercado y la mercancía como eje estructurador de toda la vida social? Es la posesión de bienes materiales, la mayor acumulación financiera posible y el disfrute más intenso que podamos de todo lo que la naturaleza y la cultura nos pueden ofrecer hasta la saciedad. Es el triunfo del materialismo refinado que alcanza hasta lo espiritual, hecho de mercancía, con la engañosa literatura de autoayuda, llena de mil fórmulas para ser felices, construida con retazos de psicología, de nueva cosmología, de religión oriental, de mensajes cristianos y de esoterismo. Es pura engañifa para crear la ilusión de una felicidad fácil.
Aunque algunos consideren el capitalismo más feroz una posibilidad eterna la madre tierra será la última que con su respuesta dicte sentencia. Tal y como expresa el reconocido sacerdote franciscano y teólogo de la liberación Leonardo Boff solo un nuevo paradigma en comunión con la Madre Tierra garantizará nuestra supervivencia.
Si las tres primeras entregas fueron una alegoría a la guerra fría, la crisis del petróleo de los 70, la cultura nihilista del punk y la crítica al consumismo de los años 80, este nuevo filme nos presenta un universo en el que la humanidad, rehén de dementes que prometen un paraíso mientras privan de los más básicos recursos a su pueblo, encuentra en la figura de la mujer luchadora su única esperanza de liberación.
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