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miércoles, 12 de febrero de 2020

LOS NIÑOS SOLDADOS

El ser humano es el único animal sobre la faz de la tierra que obliga a sus crías a realizar labores de adulto, privándoles de una parte fundamental en la etapa de desarrollo: la infancia.

Según un informe de las Naciones Unidas publicado en 2010, casi un cuarto de millón de niños en todo el mundo están reclutados por grupos rebeldes o por ejércitos. Un año antes, la desmovilización de niños soldados había tenido cierto éxito, en particular en Filipinas, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Sri Lanka y Burundi, donde grupos de niños soldados lograron reintegrarse a la sociedad civil. En ese momento, la ONU precisó que no existían estadísticas sobre el número de niños que mueren en situaciones de conflicto en el mundo.El niño es una presa fácil y un agente útil para las milicias y otras organizaciones rebeldes. No es difícil adoctrinarlo y lograr que se arriesgue más y en ocasiones cometa crímenes más atroces que un adulto. Por ser niño, se siente obligado a obedecer a las órdenes de un adulto. Consume la droga quese le da con mayor indiferencia. A este respecto, en el número de julio-septiembre de 2011, El Correo de la UNESCO publicó el testimonio estremecedor de Serge Amisi, un ex niño soldado congoleño que es hoy un artista.El año 2010 marcó el décimo aniversario de la adopción del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño sobre la participación de los niños en los conflictos armados. A esa fecha, 132 Estados Miembros habían ratificado el Protocolo Facultativo, 24 lo habían firmado y 36 no lo habían ni firmado ni ratificado.

En la actualidad hay más de 300.000 niños soldados, que combaten en guerrillas y ejércitos nacionales, a los cuales se les ha lavado el cerebro, manipulándoles para satisfacer las ansías de riqueza y poder de tiranos, que lo único que hacen es explotar al pueblo.

Estos niños son reclutados tanto por las fuerzas armadas de los gobiernos, como por los grupos irregulares ( paramilitares, guerrillas, grupos de autodefensa).
  • De los alrededor de 30 conflictos armados existentes, en 24 se están utilizando a menores de 15 años, incluso menores de 10 años.
  • En muchos casos los niños constituyen la cuarta parte de los combatientes.
  • Se les suele obligar a presenciar y a ejecutar torturas, asesinatos y violaciones.
  • Se les juzga bajo las mismas condiciones que a los adultos y en países como EEUU o Afganistán se les condena a penas de muerte.
  • Los niños son a menudo drogados, para anular sus voluntades; y despojados de los vínculos afectivos con sus familias, llegan incluso a atentar contra sus poblados, amigos y padres. Por eso hay quien afirma que los niños soldado, tardan pocos días en serlo, pero en recuperar sus vidas, salir psicológicamente de esa tragedia, puede llevarles el resto de sus días.
Las armas ligeras, por su accesibilidad, bajo coste y sencillo manejo facilitan la participación de los menores en las guerras.

Incremento en la violencia sexual
Además de ser forzados a la batalla, los niños también se ven obligados a trabajar como exploradores o a cocinar y recolectar leña. Algunas niñas se ven obligadas a «casarse» con luchadores, mientras que tanto los niños como las niñas están siendo abusados sexualmente, dijo, por su parte, Unicef.

A las niñas, además de reclutarlas como soldados, se las obliga a tener relaciones sexuales con los combatientes; esto aumenta el riesgo de contraer graves enfermedades de transmisión sexual.
En muchos casos, estas niñas se quedan embarazadas y tienen que gestar al hijo del enemigo. Por esta razón sus familiares y comunidades las suelen repudiar.

Las secuelas físicas y psíquicas que padecen son difíciles de superar.

El empobrecimiento endémico que sufren estos países empuja a los niños a alistarse en los grupos armados como medio de supervivencia. Los conflictos abiertos en Oriente Próximo así como otros en Somalia, Sudán del Sur, República Democrática del Congo (RDC), República Centroafricana (RCA) y otros lugares «están dejando a los niños cada vez más expuestos al reclutamiento.

En casos extremos, los niños se han visto obligados a actuar como «escudos vivientes» o a volarse en plazas ocupadas. Las cifras exactas son difíciles de encontrar, pero las estimaciones citadas por Unicef dicen que hay hasta 250.000 niños soldados en todo el mundo.

El problema de la reinserción

Sin un apoyo sostenido, los niños desmovilizados pueden regresar voluntariamente o ser reclutados forzosamente al ejército o a otros grupos armados, perpetuando así el círculo vicioso del conflicto. También pueden verse obligados a vivir en las calles, donde son vulnerables al delito y a la explotación.

Cualquier programa de desmovilización, reinserción y rehabilitación debe prestarespecial atención a las necesidades de las niñas soldado, que pueden sufrir especiales traumas como víctimas de la violencia sexual. Las niñas pueden presentar especiales dificultades para ser reintegradas o enfrentarse a la marginalización o la agresión sexual durante el propio proceso de desmovilización.

Niños soldado en Estados Unidos

El Cuerpo de Entrenamiento de Reserva de Oficiales Menores del Ejército de EE.UU. fue concebido como parte de la Ley de Defensa Nacional de 1916 en medio de la Primera Guerra Mundial. Después de esa guerra, sin embargo, solo seis institutos de enseñanza media aceptaron la oferta de los militares de equipamiento e instructores. Una versión más adulta del Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de la Reserva (ROTC), fue convertida en obligatoria en muchos colegios y universidades estatales, a pesar de la entonces controvertida cuestión de si el gobierno podía obligar a los estudiantes a hacer entrenamiento militar.

En 1961, ROTC se había convertido en un programa optativo, popular en algunas escuelas, pero mal recibido en otras. Pronto desapareció por completo de los campus de muchos colegios de elite y universidades estatales progresistas, excluido por protestas contra la guerra en Vietnam y descontinuado por el Pentágono, que insistía en mantener políticas discriminatorias (especialmente respecto a la preferencia sexual y al género) ilegalizadas en los códigos de conducta de las universidades. Cuando renunció a «No preguntes, no lo digas» en 2011 y ofreció un menú de sustanciales subvenciones de investigación para semejantes instituciones, universidades de elite como Harvard y Yale volvieron a aceptar a los militares con una deferencia indecorosa.

Durante el exilio del ROTC de tales instituciones, sin embargo, se arraigó en campus colegiales en Estados que no expresaban inconformidad respecto a la discriminación, mientras el Pentágono expandía su programa de reclutamiento en escuelas de enseñanza media. Casi medio siglo después del establecimiento de JROTC del Ejército, la Ley de Vitalización del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva de 1964 abrió semejante entrenamiento para jóvenes a todas las ramas de las fuerzas armadas. Lo que es más, la cantidad de unidades de JROTC en todo el país, limitada anteriormente a 1.200, aumentó rápidamente hasta 2001, cuando desapareció la idea misma de imponer límites al programa.

El motivo fue bastante evidente. En 1973, el gobierno de Nixon descartó el servicio militar obligatorio a favor de un ejército permanente profesional «solo de voluntarios». ¿Pero dónde se encontraban esos profesionales? ¿Y cómo exactamente iban a ser persuadidos para ser «voluntarios»? Desde la Segunda Guerra Mundial, los programas de ROTC en instituciones de educación superior habían suministrado cerca de 60% de los oficiales comisionados. Pero el ejército necesita soldados de infantería.

Oficialmente, el Pentágono afirma que JROTC no es un programa de reclutamiento. En privado, nunca consideró que sea algo diferente. El JROTC se describe ahora como «desarrollado de una fuente de reclutas alistados y candidatos a oficiales a un programa ciudadano dedicado a la elevación moral, física y educacional de la juventud estadounidense». Sin embargo, el ex secretario de Defensa William Cohen, testificando ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara en 2000, calificó al JROTC de «uno de los mejores instrumentos de reclutamiento que podemos tener».

Con esa misión no acreditada en mano, el Pentágono presionó por un objetivo planteado primero en 1991 por Colin Powell, entonces jefe del Estado Mayor Conjunto: el establecimiento de 3.500 unidades del JROTC para «elevar» a los estudiantes en las escuelas de enseñanza media en todo el país. El plan era expandir hacia «áreas educacional y económicamente marginadas». Las escuelas de mala calidad de los centros urbanos, los cinturones industriales, el Sur profundo, y Texas se convirtieron en ricos campos de caza. Al comenzar 2013, solo el Ejército estaba reciclando a 4.000 oficiales en retiro para que dirigieran sus programas en 1.731 escuelas de enseñanza media. En total, unidades del JROTC del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, y los Marines surgieron en 3.402 escuelas en todo el país -65% de ellas en el Sur- con un enrolamiento total de 557.129 niños.EEUU es el único país desarrollado que no ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño. Cosa curiosa que EEUU, al cual mucha gente considera el primer estado democrático de finales de la edad Moderna, y que, por tanto, debería tener en su constitución una ley que defendiera a los niños y prohibiera su intervención en un conflicto armado, sea uno de los países con mayor número de niños soldados del mundo.

¿ Debemos, pues, fijarnos en el llamado American Way of Life, del cual se afirma que es el mejor camino para permitir la evolución de la sociedad hacía un horizonte de respeto, igualdad y otros valores éticos fundamentales?

La ONU debe intervenir en este problema, pero su estructura favorece a los fuertes, permitiendo el derecho a veto a países que atentan contra la humanidad. ¿ No debería haber, pues, un cambio en el ámbito mundial?

¿ Qué deberíamos hacer nosotros, gente corriente, ciudadanos de a pie para evitar este problema? La respuesta es la educación y la enseñanza de valores éticos y democráticos que permita a los niños crecer, desarrollarse y elegir su propio camino en el futuro al convertirse en adultos.

La Declaración de Derechos del Niño obliga a los menores a recibir una educación justa y garantizarles unos derechos que les permita su paso de madurez en la fase evolutiva de niño a adulto. Si les privamos de esos derechos, ni siquiera Dios sabrá el camino que tomarán los adultos del mañana.

¿ Es este el futuro que vamos a garantizar a los que formaran parte de la sociedad próxima?

Porca miseria.

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